𝓑𝓸𝓽𝓽𝓸𝓶. 지국 [JiKook]

III

DaYeon
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Después de lo ocurrido en la enfermeria, JungKook no se vio con el valor de volver, y mucho menos, de contarselo a EunWoo, estaba lo suficientemete seguro de que este se reiría de él, así que prefería ahorrarse la molestia. 

Entonces, ¿que había hecho con los condones? La respuesta era simple, nada, solo los había guardado para cuando la verguenza de ver al maldito enfermero ya no fuera tan grande, que suponía, sería pronto. Había pasado una semana ya, pero cada vez que sus pasos encontraban el pasillo de la enfermería, inexplicablemente se veía retrosediendo. 

En fin, JungKook tampoco se quería llevar la vida en ello, decidió colocarse los audifonos y escuchar un poco de musica antes de que la clase empezara, sin embargo, no esperaba ver a Woo entrar al salon en ese preciso momento.

Genial, justo a quien menos quería ver.

—¿Entonces? —cuestionó el pelinegro, una vez que se sentó junto a Jeon, sacandole los audifonos para que pudiera escucharlo— Supongo que ya lo conociste, ¿no? —inquirió, refiriéndose al enfermero.

El castano no respondió nada, no quería hablar del tema, pues no le era nada grato recordar que no solo ya lo conocía, sino que también ya se había humillado ante él.

—¿Que? ¿No vas a responder? —insistió EunWoo, mirando como JungKook se volvía a colocar los audífonos y fingía no escucharle— ¿Estás molesto? Vaya, que sorpresa —murmuró con ironia, puesto que por regla general Jeon solía estar enojado siempre, o quizás no enojado, pero si con cara de pocos amigos—. Olvidalo, supongo que después de todo ese Mercedez se quedará conmigo.

Aquello último lo soltó en un tono desinteresado, sabiendo muy bien que lograría captar la atención del menor.

—Ya lo conozco, ¿feliz? —escupió el castaño, girandose al contrario con desagrado.

EunWoo no pudo evitar sonreir, de cierta forma le agradaba molestar al castano.

—¿Y que te parecio? Es lindo, ¿no? Aunque es hombre, es realmente sexy, ¿no lo crees? —el pelinegro era muy honesto cuando alguien le atraía, no le molestaba admitirlo, sin embargo, para JungKook era bastante desconcertante que se expresara así de un hombre, no era usual, y por lo mismo, algo en todo esto le parecía extraño, pero tampoco quería pensarlo demasiado.

—Exageras —bufó Jeon finamente, rodando lo ojos con fastidio—. Lo único rescatable es lo que tiene atrás, y ni eso, he visto mejores.

Quería tapar el sol con un dedo, o en este caso, quería curar su orgullo roto, restándole importancia a la belleza innegable del hombre de cabellos rosados.

—¿Bromeas? —inquirió el mayor, cruzandose de brazos y riendo al mismo tiempo—. Pero si es jodidamnete tu tipo.

—¿Mi tipo? —se mofó el castaño — Pensé que me conocías mejor.

—¿Disculpa? Te recuerdo que el chico que te estabas comiendo hace un mes en ese maldito bar gay era justamente como el: bonita cara y bonito culo —Eun alzó una ceja y miró con detenimineto a Jeon, como si intetara ver mas allá —. Suenas muy resentido, no será que hay algo que no me has dicho, ¿Kookie? —comentó con un tono persuasivo, colocando sus manos sobre la mesa e inlinadose hasta quedar a solo centimetros del rostro del menor.

Y en efecto había algo escondido, pero eso EunWoo no necesitaba saberlo, o al menos no si JungKook quería evitar que se burlara de él lo que restaba del año o incluso más.

Para su suerte, justo en ese momento ingresó la maestra, haciendo que todos buscaran sus asientos rápidamente. Al EunWoo no le quedó más remedio que reincorporarse en su silla y guardar silencio, no necesitaba otra amonestación de un profesor después de haber pasado toda la vacación haciendo trabajos extras por mal comportamiento y bajas calificaciones.