06

1.6K 206 117
                                    


Cuando abrí mis ojos, Mark ya no estaba aquí.

Los rayos de sol entraban por la ventana, calurosos y radiantes.

El perfume de Mark en mi almohada, pero él no estaba ahí.

Me senté en la cama y examiné toda mi habitación.

Se había ido.

Sólo me besó, me acurrucó en sus brazos y cuando ya estuve dormido, se fue.

Se fue como un jodido ladrón a mitad de la madrugada.

Suspiré y me tiré de nuevo al colchón, mirando la nada con mi pecho doliendo y sintiéndome estúpido.

Era obvio que ahora sólo iba a huir de mí.





—Hey— Renjun enrolla su brazo por mis hombros mientras voy caminando sin ganas por el pasillo.

Mark no asistió a clases hoy y esto además de deprimente, es aburrido.

—Hola.

Renjun arruga su frente.

—¿Qué sucede con esa cara?

—Mal día— me limito a contestar.

—Mala vida diría yo...— murmura él y sonríe con falsa inocencia cuando lo miro con el ceño fruncido— ¡Sólo decía!— se defiende rápidamente.

Suspiro con pesadez mientras nos dirigimos al salón de clases.

—¿Qué es lo que quieres, Renjun?

—Oh vamos, suenas como si sólo te hablara cuando necesito un favor— se queja.

Yo lo miro con una ceja alzada, porque justamente eso es lo que pasa.

—Sólo dilo.

Él ríe nerviosamente y se sienta en su escritorio una vez que entramos a clases.

—Oí que Jaemin vendrá a visitarte.

—¿Cómo sabes de mi hermanastro?

—Chenle— dice con obviedad— La última vez que vino aquí, se hicieron amigos y suelen hablarse por mensajes— explicó.

—Bien, ¿Entonces...?

—¿Puedo ir a tu casa?

—¿Qué? ¿Por qué?

—Creo que no eres imbécil, pero seguramente te das cuenta de que me gusta tu hermanastro, ¿No es así?

—Por favor, Jaemin es tan heterosexual como...

Me detuve cuando iba a hacer algún tipo de broma con Mark.

Su nombre y esa palabra ya no iban más, o es lo que yo me quería imaginar.

—Como sea— bufó Renjun— Sólo di que sí, por favor.

Suspiré un poco, recordando que mi madre iría visitar a mi abuela, aunque yo sabía muy bien que esa era una muy buena excusa para no decir: "Iré a ver a tu padre".

—Bueno— mis hombros se encogen por inercia— Está bien.

—¿Enserio?— pregunta emocionado— ¡Genial! ¡Le diré a Mark y Jeno que me acompañen!

—¿Por qué no puedes ir tú solo?— cuestiono, entrando en un poco de pánico cuando lo nombra al canadiense.

Renjun me mira confundido.

heartbreaker • markhyuckDonde viven las historias. Descúbrelo ahora