CAPITULO 7

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Voy a enamorarme de la vida, es la única que no a dejarme sin antes hacerlo yo— Pablo Neruda.
  Elías V.


Camino a la sala de maestros en busca del profesor de biología. En mis manos se encuentra el trabajo que me ha pedido para su hijo, la segunda guerra mundial. Al día siguiente de a ver ido al cine  con Hasley,  me he dedicado todo el día en buscar, leer y resumir el trabajo.

Descubrí que es un tema interesante,  no te aburres de leer ninguna línea de información que puede contener ese bloc.  Todas las herramientas y métodos de tortura que acabo con millones de personas judías, las cámaras de gases, llamadas famosamente “La ducha”. Cruelmente les mentían a las personas con decirles que solo se darían un baño, y claro que era un baño. Pero de gas, que destruía todo tu cuerpo en cuestión de segundos.
Eso sin contar las notas anónimas que se encontraron en varios campos de concentración, las declaraciones de lo que habían vivido,  y todo lo que nadie hubiera querido ver. 

—Aquí está el trabajo— pongo sobre la mesa un sobre color naranja con toda la información más importante que pude encontrar. — me he basado en qué año comenzó la guerra y del porque fue el motivo. También he colocado el comportamiento de los nazis contra los judíos y lo más destacado. Y le he agradado el nombre de varias personas que sobrevivieron a la guerra, y de las que han ganado un premio nobel a la paz. 

El profesor toma con ambas manos el documento y lo examina rápidamente, son alrededor de quince hojas con mucha información.
Levanta la mirada y habla

— Muy bien señor Vega. Parece que es un buen trabajo, espero y me sirva de mucho para poder ayudar a mi hijo. Puede irse, me asegurare de su nota después.

Afirmo y salgo.

Ni unas gracias. ¿Es enserio?

Camino a la cafetería, donde rápidamente tomo asiento a lado de Carlos, un amigo del área de odontología, Karina, compañera de Hasley.  Aiden amigo mío del área de medicina.  Y José, el no estudia, es solo un idiota que se cuela con nosotros y amigo de Hasley. No sé donde lo ha conocido pero me ha tomado de sorpresa.

—Te he comprado la comida— me informa Hasley.
Lo cual es una ensalada de pollo, un agua natural y un pudin de chocolate.

— Gracias.

— ¿Qué te ha dicho?

— ¿Quién? ¿El maestro?

Todos me miran— Si el maestro quien mas

— termina de hablar Karina, quien en este momento  se ha metido una papa frita a la boca.

Me encojo de hombros—Nada. Que me iba a decir el viejo. Ni las malditas gracias me han dado, después que le hice la tarea a su mocoso.

—No veo porque tenía que darte las gracias. Quien te está haciendo un favor es el a ti al pasarte con aprobatoria para la materia. — en esta ocasión quien ha abierto la boca es José. El famoso amigo de Hasley.
No le había puesto mucha atención hasta ahora que ha hablado, en su bandeja de comida tiene una hamburguesa con papas fritas y una coca cola. Viste una sudadera negra, y unos jeans largos.  Su aspecto es normal, tiene un pirsin en el lado izquierdo de su labio.

— ¿Y a ti quien te ha pedido tu opinión? — pregunte amenazante. Y es que la verdad nunca me ha gustado ver a este tipo a lado de mi amiga.

Eternamente tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora