¡I'm Girl!

770 60 17
                                    

Muchos rumores se esparcieron sobre mí a causa de los chicos, que ya sabían cómo era en realidad, pero eso no me importaba.

Ya era casi hora de entrar a mi clase, como Fujin Kaoru.

— Adelante. —Me dijo Kuran Kaname, dándome paso para que entrara.

Se quedaron todos asombrados y con unos leves sonrojos en sus rostros, cosa que a Laito enfadó. Levanté la mirada, nerviosa, y me llené de valor para comenzar a hablar.

— B-Buenas, compañeros. —Saludé con una sonrisa. — Cómo dicen los rumores, Kazuma es una chica, y no es Kazuma, es Kaoru. —Aclaré.

— Pero esta universidad es de chicos. —Dijo Ciel Phantomhive, levantando el brazo con una expresión seria.

— Lo sé, pero el director quiere hacer cambios. —Respondió el profesor, con una linda sonrisa que enamoraría a toda mujer. — Bueno, con esto ya puedes volver a tu sitio, Kaoru. —Avisó comenzando la clase.

Era un poco incómodo que todas las miradas estuvieran sobre ti, y más si son de chicos. Sentí un punzón sobre mi cuello, y me giré hacia atrás, encontrándome con una mirada asesina de Laito. No sé de qué estaba enfadado, yo no había hecho nada, todavía. Cuando llegó el recreo varios chicos acudieron a mi mesa, no dejando me comer tranquila.

— ¿¡En serio eres Kazuma!? —Preguntó uno de los chicos que desconocía.

— ¡¡Qué sorpresa!! —Exclamó otro.

— ¡No puedo creerlo! ¡Eres tan linda! —Gritó otro muchacho.

— ¿Os podéis ir? Quiero comer tranquila. —Pedí seriamente mientras que los chicos estaban como embobados, observándome, pero seguían ahí.

— ¡¡Ay qué mona!! ¡Me ha dicho que me vaya! —Fantaseó un chico que parecía masoca, sorprendiendo me.

— Te ha pedido que te vayas, ¿no le puedes hacer el favor? —Dijo amenazante Laito mientras colocaba su mano sobre el hombro del chico, para que se percatara de su presencia.

No tardaron ni medio segundo en despejar la zona. Aunque no quería admitirlo Laito era mi salvador en la mayoría de mis situaciones, pero era un ¡tonto!

— Gracias. —Agradecí desviando mi mirada, mientras me llevaba un poco de mi bocadillo a la boca.

— Sólo protejo lo que es mío. —Volvió a usar esa maldita frase. ¡No soy un objeto! Se sentó a mi lado y apoyó sus brazos sobre mi mesa, abriendo la boca.

— ¿Q-Qué pasa? —Pregunté al verle en tal estado.

— No creerás que mi protección te sale gratis. —Susurró y de repente sonó su estómago, símbolo de estar hambriento.

— Jajaja, ya lo pillo. —Reí y cogí un poco de bocadillo en mis dedos, que a su vez, los hice más pequeños, llevándolos hacia la boca de mi acosador. Me divertí bastante y cuando se acabó mi bocadillo él mismo me limpió las migas que tenía por la boca, con una servilleta. — A... Arigato... —Dije sonrojada.

Su vista chocó con la mía y nos quedamos mirándonos así un buen rato. No sabía que demonios pasaba en mí, no tenía palabras que decir, mis músculos del cuerpo se paralizaron y eso creaba una escena romántica donde acabaría en un beso.

~Riiiin.~ Sonó el timbre de la siguiente hora.

— Genial... Educación física... —Dije con 'muchas' ganas de hacer deporte.

— ¡¡Vamos chicos!! ¡Ha mostrar nuestra fuerza de juventud! —Exclamó el maestro de E.F., Gai Sensei [Naruto.]

— Sí, profesor. —Dijeron todos los estudiantes al unísono, con sarcasmo.

Casi al acabar el primer día, siendo yo misma, ya me había acostumbrado a la nueva forma de vivir, excepto por algunos problemas, que eran que varios de mis compañeros eran unos babosos.

— Es mía. —Dijo Laito abrazando me por el cuello, mientras se me declaraban unos chicos.

— ¿Quién dijo que soy tuya? —Pregunté con los mofletes inflados con una mezcla de enojo y vergüenza.

— Oh, es verdad. —Con su dedo acarició una parte de mi cuello y la estuvo mirando durante un leve rato. — Se te borró mi marca.

— ¡No, no, no! ¡Ni se te ocurra! —Rápidamente me eché hacia atrás con el corazón a mil por hora.

El maldito acosador se iba acercando a mí. No tenía dónde huir, que eso era lo malo. Miré hacia mis alrededores pero nada, no encontraba alguna salida y pensar que me iba a hacer pasar ese rato tan vergonzoso parecía que se me iba a salir el corazón del cuerpo. Cada vez que pestañeaba lo veía más cerca... Y más... Y más... Hasta que podía sentir el calor que desprendía.

— ¡Kaoru! Me gustaría hablar contigo. —Dijo de la nada Azusa, apareciendo y salvando me de aquella escena.

— V-Vale. —Asentí sonriente mientras me escabullía de las garras del pelirrojo.

— A solas. —Añadió Azusa observando que Laito no se marchaba.

Universidad De Chicos. |Crossover.|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora