El miedo es bueno pero en su justa medida. El problema entra cuando nos domina, ese monstruo que vive con nosotros toda la vida que si lo alimentamos demasiado nos puede comer vivos.
No pasa nada por tener miedo, pero que no te domine. Las personas que viven sumidas en el miedo, las personas que dejaron que ese pequeño monstruito las devora se por dentro, ya no son personas. Son solo cáscaras vacías, sin dueño, que van deambulando por la vida arrepintiendose de cosas que por culpa del miedo no las hicieron.
Hasta los valientes tienen miedo. Porque valiente no es quien no tiene miedo, es quien sabe cómo enfrentarlo. Los valientes son personas admirables, quienes alimentan el miedo a su favor, quienes no dejan que ese monstruo que tanto les asusta crezca más de lo necesario.
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¿Que historia escribiremos hoy?
Short StoryHistorias cortas muy diferentes para reírse y emocionarse