❝Un trago mas❞

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14 de diciembre del 2014, 2:31 am

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14 de diciembre del 2014, 2:31 am. 

Suele ser extremadamente triste, el hecho de que, la chica que te gusta te rechaza por alguna estúpida razón... Pero, suele ser mucho más triste, el hecho de que, la chica que te gusta te rechaza por ninguna razón... O al menos es eso lo que te hace creer.
La última vez que necesite tomar un buen trago... A ver, ¿cuando fue? Hace mucho tiempo, sí. Recuerdo claramente las fallas en mis antiguos amoríos. Un hombre cuerdo en promedio, suele necesitar mínimo un par de docenas de tragos para desahogarse en solitario. Pero un hombre como yo no necesita eso. A veces tan solo necesitamos un trago y una buena compañía... Y con buena compañía me refiero claro, a un buen amigo que te entienda. Mi problema es que mis amigos no existen, o bueno... Son imaginarios quizá. Quizá están en mi cabeza. Quizá estoy loco. O quizá yo los imagino en mi cabeza, pero no por locura, sino por necesidad.

—Bar  "El libro abierto", que curioso nombre para un bar —Pensé mientras cruzaba la entrada del local.
Una vez adentro, me limité a mirar a las personas que ahí habían. Sentados en la barra, estaban solo dos chicos, uno de ellos de tez morena, alto y de contextura atlética. De hombros anchos y brazos muy bien definidos. El otro por su parte, tenía una contextura similar al primero aunque era más bajo de estatura. Mientras que en una mesa alejada un tipo con traje elegante tomaba tragos solos, quise acercarme, pero quise a la vez, entender su distanciamiento del resto como "un deseo de estar solo",así que me limité a quedarme de pie un par de minutos y luego caminé hacia la barra. Me senté justo al lado del chico alto, quién me miró detenidamente.

—Necesito un trago...
Le dije casi en silencio al cantinero.

—¿Un trago de qué, mi amigo?
Respondió siendo simpático.

—Antídoto para el mal de amor estaría bien, por favor.
Respondí con un tono un tanto desairado.

—Jajajajajaja —Rió el cantinero— El antídoto para el mal de amor amigo mío, es algo que no se consigue aquí.
Dijo en referencia al estante donde estaban colocadas la gran mayoría de sus botellas.

—Si no aquí —continuó mientras señalaba mi pecho.
Sonreí y le pedí un simple trago de whisky. El chico alto que se encontraba sentado a mi lado continuaba mirándome, lo cual me ponía extremadamente nervioso.

—Va, colega... Será mejor que te detengas. Estás poniendo al chico un tanto nerviosillo tío —dijo el chico más bajo, con un relajado acento español.

—¿Nervios? —Preguntó el chico alto, con un tono un tanto frío— Ese es el problema con los humanos —continuó autorespondiendose—, no se permiten tener el control sobre ellos mismos.

—No le hagas caso a este tío, lleva un par de tragos encima y este pringao se cree un ángel, o peor.
Me dijo el chico de baja estatura y acento español.

—Eh por cierto, ¿de casualidad tienes nombre?
Me preguntó.

—Javier Barreto —respondí tranquilo, mientras tomaba del vaso que me había servido el cantinero— ¿Ustedes?

❛POEMAS❜; Javier BarretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora