🌙 || C E L O S - luzuplay. #KARMALAND4 [Terminada]

8 - Acampando

Despierto al día siguiente y me preparo para una expedición al bosque. Ahora, por suerte, me siento un poco más calmado. Estoy seguro que, si Luzu se hubiese enterado de alguna manera lo que ha pasado con Lolito, enseguida hubiera venido corriendo a verme para discutirlo. Anoche me sentía muy triste, pero hoy tengo aire renovado. Sé que el estar un tiempo con la naturaleza me hará bien.

Voy a mi habitación para elegir la ropa que llevaré y que me pondré hoy. Para llevar, elijo una campera de abrigo, una remera lisa color celeste pastel y un pantalón cargo color negro. Meto un bóxer que agarre sin mirar y un par extra de calcetines por si llego a tener mucho frio. De cualquier manera lo dudo, porque apenas vamos entrando en otoño. Me cambio y opto por una remera amarilla con un estampado de The Stanley Parable, un pantalón de jogging color negro y unas zapatillas deportivas también de color negro. Son cómodas para caminar, y para llegar hasta el bosque hay que avanzar bastante.

Mientras voy a la habitación de los armarios que hay del otro lado de mi bunker, saco mi teléfono para chequear si tengo algún mensaje de Luzu. Pero nada. Me pregunto si Luzu es quien está esperando recibir un mensaje mío, pero me abstengo, porque tal vez esté ocupado con el trabajo, tal y como lo menciono anoche. Así que suspiro y meto mi celular al bolsillo una vez más. Vuelvo a mi habitación y me recuesto sobre la cama, llevándome el brazo al rostro para poder taparme los ojos. ¿Cómo es que he llegado a esto? Mintiéndome a mí mismo sobre que estoy tranquilo. Claro que no lo estoy, ni siquiera he podido dormir del todo bien. Y ahora estoy aquí, intentando huir al bosque, como si eso fuese a solucionar algo una vez que vuelva. Obviamente algo mal hay con Luzu, pues nunca se había comportado de esa manera luego de mantener relaciones. ¿Por qué no es sincero conmigo? ¿Qué es lo que me está ocultando? Doy vueltas sobre el colchón cuando logro oír que alguien toca la puerta. Inmediatamente doy un salto y corro a abrir, pensando que puede ser Luzu. No puedo evitar que una sonrisa aparezca impetuosa sobre mi cara.

-Qué tal-dice Lolito una vez que abro la puerta. Lo miro confundido, aunque sin dejar de sonreír. Me siento decepcionado, sí. Pero no puedo dejar que se dé cuenta.

-Lolito, buenos días-me hago a un lado y él entra, bajando las escaleras primero que yo. -Ponte cómodo.

Se sienta sobre el sofá y entonces me doy cuenta (demasiado tarde) de que he olvidado tirar a la basura el condón de ayer. Lolito lo patea y comienza a reír. Mi rostro es la clara definición de un tomate. Me apresuro a tomarlo y a tirarlo al bote de basura que está detrás de la mesada.

-Veo que has tenido acción, Auron-. Admito que me sorprende un poco que se tome a la ligera el hecho de que haya tenido sexo con otro hombre que no sea él, siendo que le gusto. Pero tal vez Lolito sea el tipo de persona que me agrada; no es celoso. Por alguna razón eso hace que mi interior se sienta reconfortado.

-Pues sí-digo sin cuidado. Él me sonríe, aunque noto que en realidad si está un poco afectado, pues desvía la vista rápidamente. -Por cierto, gracias por el regalo-señalo la estantería en donde lo he colocado.

-No hay de qué. Espero que se haya entendido el mensaje-dice y al mismo tiempo me guiña un ojo. Vuelvo a sonrojarme y asiento. Claro que sí, no he dejado de darle vueltas a eso. Pero no puedo decírselo porque tal vez lo tome de manera equivocada. Así que guardo silencio por un rato, hasta que voy a buscar la mochila para seguir preparándome.

-Y, dime, ¿ya has hablado con Mangel? Ya que te andaba buscando-pregunto desde el otro lado. Abro uno de los cajones y meto un cuchillo de caza, una navaja y un rollo de papel de cocina. Abro la heladera y pongo una botella grande de agua congelada. Levanto la mochila hasta la mesada y esta hace estruendo en mi pequeño búnker.

-No. Oye, ¿qué haces? -Le miro por sobre el bolso y está sentado con las rodillas en el sofá, mirando hacia mi dirección. Inspecciona cada uno de mis movimientos y eso trae estremecimiento a todo mi cuerpo. De alguna manera, el deseo de su mirada se transmite hacia mí. ¿Me siento un poco...excitado? Me sacudo el cuerpo para deshacerme de esa idea.