🌙 || C E L O S - luzuplay. #KARMALAND4 [Terminada]

14 - Búsqueda

-Tiempo más tarde-

Despierto entre botellas, como ya es costumbre desde hace un tiempo. Mi cabeza duele y todo mi cuerpo se siente débil. Me miro la camiseta y sigue manchada de vomito. ¿Cuándo fue la última vez que me di un baño? Me pongo de pie y mi cuerpo no puede dejar de balancearse de un lado hacia otro. Siento el vómito subir por mi garganta y depositarse caliente sobre mi boca. Aprieto los labios para que nada se escape, y vuelvo a tragar.

Ni siquiera recuerdo muy bien en que momento comenzó todo esto. Solo sé que Luzu no ha vuelto a Karmaland desde que lo vi escapar en su caballo. Buscarlo sin ayuda fue inútil, e intentar conseguirla también lo fue, pues nadie sabe dónde podría estar. Intente esperar en su casa un par de días por si regresaba, pero no lo hizo. Intenté salir de excursión para ver si lo encontraba en las montañas o en el bosque, pero tampoco pude. Cuanto más tiempo pasaba, más alterado me ponía. Pensé en dejar de lado las esperanzas, y afrontar a lo que más me temía, así que comencé a buscar su cuerpo. Y pensé que me sentiría aliviado de no encontrarlo, pero solo logro volverme más intranquilo.

Volví a casa de Luzu, a pesar de que tuve que entrar de manera ilegal, y abrí su bodega. Hice tantos viajes como pude para traer la mayor cantidad de botellas a mi hogar. Era delicioso. Es genial pensar que es obra de Luzu, que de alguna manera puedo unirme a él en otro nivel. Así que sigo tomando desde que el sol sale hasta que el ocaso llega. No he salido de casa ni siquiera a comprar, porque todo lo que como lo termino vomitando.

¿Por qué nadie ha venido a verme? Podrían, aunque sea venir a mi consulta, buscarme por trabajo y no por amistad. Me siento solo. Parece que solo le importo a Lolito, a menos que ya se haya olvidado de mi también. ¿Luzu se está sintiendo de la misma manera que yo en estos momentos? Tal vez piensa que me he olvidado de él y que no he hecho ningún esfuerzo para buscarlo. O quizás no piensa nada, porque está muerto.

Me encamino hacia la ducha y entro en ella sin esperar a que el agua este caliente. La ropa se me pega al cuerpo y comienza a sentirse pesada. Debí haber insistido y decirle sin titubeos que lo amaba. Debí habérselo gritado mientras el galopaba más allá del pueblo. No puedo hacer nada bien, ni siquiera puedo pensar en un lugar donde este escondido. Si desde el principio hubiese tenido en claro mis sentimientos, esto nunca habría pasado. Quizás a esta altura ya podríamos habernos casado. Ahora no se si volveremos a estar juntos. Esta vez no puedo evitarlo, ya que no puedo darme cuenta del momento en el que el vómito escala por mi garganta. La pared de la ducha se mancha de un color verde muy parecido al del moho, hasta que el agua lo arrastra hasta mis pies y luego cae por el desagüe. Eructo a continuación y mi aliento apesta. Soy miserable, y ya es suficiente.

Me desvisto y con una enjuagada rápida salgo de la ducha. Mi cabeza aun da vueltas, pero logro mantenerme en pie. Me lavo los dientes y me miro al espejo. El aspecto y la mente son dos cosas distintas, así que del pelo y la barba me ocupare otro día. Me lavo los dientes y suspiro. Necesito encontrar a Luzu, no importa lo que me cueste. Si sigo con estas palabras atoradas en mi garganta por más tiempo, siento que voy a llegar a mi limite, y no sé cómo podría acabar esta vez. Si no he muerto todavía es porque aún queda esa chispa en mí que me hace desear vivir. Pero como una llama, se apaga después de un tiempo. Y cuando eso pase, ya no resistiré mas golpes.

Salgo del baño y voy hasta mi habitación a vestirme con lo primero que encuentre. Un pantalón gris de jogging y una remera blanca de mangas cortas completamente lisa. Quizás debería buscar abrigo, pero todos mis buzos están sucios y no recuerdo en donde he dejado las camperas. No hay tiempo que perder. Me calzo con cualquier cosa y voy hasta la cocina, solo para quedarme en el umbral, pues es imposible avanzar sin pisar una botella. Frederick está durmiendo sobre el sofá. Por lo menos, he tenido el cuidado de alimentarlo a él.