🌙 || C E L O S - luzuplay. #KARMALAND4 [Terminada]

11 - Volver

Desde que las elecciones terminaron, todo en mi vida se ha vuelto un caos.

Nadie del pueblo quiere hablarme, ya no vienen a terapia conmigo. Creen que soy de poco fiar, ya que, si soy capaz de hacerle eso a alguien a quien amo, ¿cómo ellos podrían saber que eventualmente yo no los terminaría apuñalando por la espalda?

Entiendo su temor, claro. Pero están arruinado mi trabajo. Sin trabajo, no hay dinero, y sin dinero no puedo mantenerme. Así que he tenido que tomar a Frederick y cosas importantes e ir a vivir a donde Lolito. Me llama su "Mano derecha", pero somos más que eso. O al menos eso quiero creer. Digo, nos besamos, tenemos sexo, ahora vivimos juntos. Lo que me preocupa es que en ninguna ocasión ha dicho "Mi novio". No sé si es porque quiere mantenerlo privado, si cree que lo nuestro podría interponerse en su trabajo o dificultarlo de alguna manera. Aunque en realidad nunca me lo pidió formalmente, creo que tal vez piensa que esas formalidades se dejan para la escuela secundaria. ¿Cómo se manejan las relaciones de personas de 30? Pero no es como si no lo supiera, yo estaba en una hace algunos meses.

Luzu... Cuando el ocaso se abre en nuestro cielo, no puedo evitar pensar en él. En los ojos vidriosos que vi por última vez antes de que se entregara por completo a la locura, y la maldad terminara de infectar todo lo que era bueno de él. ¿Realmente ese Luzu ha desaparecido por completo? Antes de irme de casa, explotó mi granja y quemó algunas partes de mi terraza. Es extraño, porque no pude enojarme con él. Debe sentirse muy dolido desde entonces. Me dijo que no volviera a hablarle y lo he cumplido. Creo que tampoco tendría el valor de hacerlo. De cualquier manera, sus asuntos ya no me involucran, y tampoco quiero involucrarme con un maldito psicópata. Todo lo que está haciendo me parece tan inmaduro, ha hecho de su derrota un berrinche de niño pequeño.

-Auron, ¿qué haces?

-Solo estaba tomando el aire-le contesto a Lolito, que acaba de agarrar una silla para ponerla junto a la mía. Tiene el pelo suelto y la brisa lo mece con tranquilidad. Pienso que es muy apuesto, pero no es Luzu. Luzu también es tierno. Tiene un hoyuelo justo en la mitad de su barbilla. Cuando esta sonrojado, la punta su nariz también se vuelve roja. La barba casi no le sale. Tiene el mismo corte de pelo desde hace años. Cuando está enojado conmigo, le gusta insultarme en inglés, quizás porque yo no puedo entender nada de lo que está diciendo. ¿Alguna vez habrá dicho que soy un traidor?

-Ya está oscureciendo. ¿Quieres cenar e ir a la cama? -Sé lo que significa. No creo estar de humor para hacerlo, pero no quiero que Lolito también termine odiándome. Ya tengo mucho trabajo conmigo mismo para lidiar con haber lastimado a otra persona.

-Si quieres simplemente vamos a la cama...-Susurro. Siento estar destinado a esto por lo que me resta de vida. Me sentía feliz al estar con Lolo, pero las voces que me atormentan en mi cabeza siempre terminan siendo más fuertes. Y estoy muy cansado de sentirme deprimido todo el tiempo. Cargando con el error de haber tomado malas decisiones. Lo hice todo mal, pero quiero encontrar una manera de salvarme a mí mismo. Se supone que es a lo que me dedico, no entiendo por qué es tan difícil cuando eres tú el que está enterrado bajo un montón de mierda.

Me pongo de pie y Lolito me sigue. Me sube a la mesa de la cocina una vez que estamos dentro, no sin antes tirar todo lo que estuviera sobre ella. Me sorprende lo rápido que se calienta este chico, es como un perro viviendo a pleno el celo. Besa mis labios con brusquedad y sus dientes chocan contra los míos. Siento dolor, pero no puedo quejarme, porque su lengua no deja de envolver la mía y soy incapaz de emitir otro sonido que no sean gemidos. Su erección me presiona el pene, pero no parece dispuesto a levantarse. Abro los ojos un momento, y su cara que está tan cerca de la mía no se siente atractiva. No estoy excitado. De hecho, comienzo a sentirme incómodo. Pero ya no puedo detenerlo, se desabrocha el pantalón y este cae al suelo. Luego levanta una pierna y la otra para salir de el. Me quita la camiseta y besa mi clavícula derecha, luego mis pezones, que se ponen duros porque la ventana está abierta y su saliva caliente, y el viento frío me hace cosquillas. No siento nada, no me siento aquí. No merezco tener placer.