Pequeña cuatro

Divergente.

"Eres divergente, bella" dijo Tori. Desperte de esa extraña prueba que me hizo. Me sentía algo mareada y confundida"Sabía que había algo diferente en ti" susurro. Tori era de Osadía así que por ser amiga de mi hermano mayor solía visitarla cuando hacía sus tatuajes. Quería uno, siempre había querido uno pero Cuatro nunca me dejó, decía que era muy pequeña para uno."Párate, antes de que vuelva el supervisor. No le digas a nadie. Te pondré en osadía Bella, escoge eso". Me tomo del brazo y acercó a la puerta.

Sabía lo que era ser divergente y lo que implicaba"C-cuales fueron mis resultados?" Pregunté.

"Abnegación, Cordialidad, Verdad,Osadía y Erudición.... un poco de todos" dijo con preocupación. Me miro a los ojos por un buen rato y me abrazo fuertemente"ten mucho cuidado, pequeña." abrió la puerta y me empujó.  

————-

Camine de regreso a osadía, pues ahi vivía. No había nacido aquí pero eso, era una larga historia. No tenía 16 años como la mayoría de los chicos que hizo la prueba, tenía solo 12 años. Mi madre murió  cuando nací y Marcus tuvo un gran resentimiento hacia los dos, el me odiaba pues me hacía sentir culpable todos los días por ser "diferente" según el. En fin, Tobías me protegió de todos los golpes que alguna vez quizo darme pero aveces solía encerrarlo y... el se culpaba de cada moretón que tenía mi pequeño cuerpo pues lo hacía con el cinturón. Crecimos y cuando el tenia 16 años estaba dispuesto a irse, pero yo iría con el, solo tenia 8 años. No permitiría dejarme con Marcus hasta cumplir los 16 años. Hizo un acuerdo con Jeanine del cuál me entere poco antes de hacer mi prueba, dejaría que me fuera con el pero el trabajaría para ella desde osadía y harían un experimento conmigo, al cumplir 12  tomaría la prueba y si podía soportarlo, podría haber una nueva ley en donde niños harían pruebas.

No me gustaba ser la primera en esto pues había la posibilidad de que no lo soportara y quedar en la historia marcada o soportarlo y que niños inocentes hicieran la prueba a futuro. Aún así agradecía no haber crecido junto con Marcus y tener a Tobías de figura paterna.

Al darme cuenta de que iba caminando a paso lento observé el cielo y ya estaba a punto de obscurecer"mierda" pensé. Era ya demasiado tarde pero no podía dejar de pensar en que pasaría conmigo.

Corrí como pude, trepe paredes, salte edificios y al fin había llegado a osadía. Subí las escaleras poco a poco esperando a que Tobías no se encontrará en nuestro pequeño hogar y así no se enteraría que había llegado tarde. Mientras subía solo pensaba en si decirle mi resultado o no, el me había entrenado bien y aunque era una de las menores de osadía podía con cualquiera, siempre me sentí parte de aquí pero algo en mi me daba curiosidad saber que había más allá.

Mientras terminaba de subir observé a Tobías recargado en el balcón mirando hacia el suelo. Esa era su posición cuando estaban preocupado. Camine despacio hasta mi cama pero el ruido de mi caminar hizo que Tobías volteara y me mirara fijamente.

"Isabella Eaton...." susurro entre dientes mientras entraba a la habitación "quiero una buena explicación de porque llegas a esta hora".

Pensé en inventarle algo.

"Tori, se atraso con las pruebas, ella me conoce así que me pidió ayuda" dije con seguridad.