Capítulo 16

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La venganza sabe mejor en un plato frío ¿no? Bueno pues Aaron la comería congelada.

Eran las 7 cuando llegué a casa y no me apetecía quedar ahora así que me quedaría en casa ideando mi venganza.

Mejor quedamos mañana, por la tarde ¿va? Estoy algo cansada. Un beso guapo.

Seguro que estaba saltando de alegría al leer los mensajes, puto estúpido arruina relaciones...

Está bien nena. A las 5 paso a buscarte. Un beso (:

¿Y ahora nena? Se cree que va a poder remplazar a Deen, que incrédulo...

Relájate Lena, si te alteras no conseguirás nada, me recordé.

Me tumbé en la cama y mi cabeza se puso a pensar pero nada era bueno...debería improvisar por el momento...

Me quedé dormida y no me desperté hasta la mañana siguiente, eso sí que es dormir del tirón.

Tenía hambre así que desayuné, me preparé y me dirigí a la tienda sin tener en cuenta un pequeño detalle...Deen ya estaba allí.

¿Cómo armarme de fuerzas para trabajar con él después de todo? Preguntó una voz en mi cabeza...

-Fácil, ni puta idea.-Dije en voz alta. Un hombre se me quedó mirando...debería haber cerrado la boca.

Me encogí de hombros y entré después de mirar durante unos segundos el coche de Deen.

Y allí estaba él, en medio de la tienda colocando estanterías de la nueva reforma. La tienda estaba cerrada pero seguíamos teniendo que colocar y reordenar...

Al escuchar la puerta giró su cabeza hacia mi.

-Buenos días.-Dijo sin ningún sentimiento. ¿Cómo lo hará? Yo no puedo mirarle sin sentir mariposas tocar las narices en el estómago...

-Ho..Hola..-¿Por qué soy tan débil?

Caminé hacia el almacén y dejé mis cosas. Karen me miró sorprendida y me indicó que cerrara la puerta y eso hice.

-¿Qué pasa?

-Creí que no vendrías, que os turnaríais o algo.

-No importa tía. Está bien, podré con ello.

-No me preocupas tú. -Dijo dejándome como una idiota con la mente en blanco. Abrió la puerta y se acercó a Deen.

Narra Deen

Estaba colocando la tercera estantería cuando escuché la puerta, no podía ser...¿por qué no se había quedado en casa?

Lena me miró y yo sentí mil cosas, enfado, rabia, dolor, nostalgia, amor...pero no podía dejar que ella lo percibiera o estaría perdido. Me armé de valor para decir dos simples palabras.

-Buenos días.-No creo que la haya convencido, es decir...seré bueno ocultando cosas pero no si no sé ni lo que quiero ocultar...

La verdad es que ella pareció no notar nada.

-Ho...Hola.-Respondió nerviosa.¿Por qué es tan jodidamente adorable? No podré estar lejos de ella si ella no me ayuda, y la verdad es que verla con aquel vestido que le regalé y verle esa mirada en su rostro...NO AYUDA.

Para mi suerte se fue al almacén y cerró la puerta tras ella. Cuando la puerta se volvió a abrir vi a Karen acercarse a mi.

-Deen puedes irte si quieres.

-No, gracias. Estoy bien.-Mentira. Pero no puedo dejar que Lena vea que estoy mal o no me dejará olvidarla...

Karen asintió y volvió a encerrarse en su madriguera al mismo tiempo que Lena salía de ella. Bueno pues empieza el espectáculo.

Mi mundo, mi caos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora