Capítulo 26

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Narra Deen

Llegué a casa después de mi primer día en clase y lo único que podía hacer era sonreír, sonreír y querer partirle la cara a Sergio. Pero sobre todo sonreír.

Quería aclarar las cosas con Sergio antes de que lo volviera a perder, vale que quería golpear su bonita cara, pero prefería no perder de nuevo a quien había sido mi mejor amigo.

Cogí el móvil y le mandé un WhatsAap.
Quiero aclarar que no voy a dejar a Lena, la quiero y tú no me vas a Joder. Tampoco quiero perder tu amistad pero eso está en tus manos.

No tardé en recibir respuesta ya que el grandísimo imbécil estaba en línea.
Yo tampoco quiero perderla pero no estoy seguro de querer dejar de luchar por Lena.

Tú verás pero recuerda que ella me ama, y que estando yo no creo que se enamore de ti.

Lo sé pero todo es intentar.

Tú intenta y te partiré los dientes.

Sólo lo intentaré una vez, si me rechaza desapareceré.

No estaba seguro de querer que se alejara, contando que es el único buen amigo que tengo aquí. Dylan es amigo, pero lo es más suyo.

Así que le contesté lo que sería el último mensaje por mi parte.
No hace falta que te vayas, sólo no intentes nada con ella si no te elige.

Y sé perfectamente que no lo hará. Pero eso no se lo voy a decir, no quiero empeorar las cosas. La repuesta llegó a los 2 minutos.
Acepto.

Me tumbé en la cama hasta la hora de comer y cuando la hora llegó fui al salón. Sarah estaba sentada esperándome para comer. Me senté frente a ella y una duda sin sentido amaneció en mi cabeza.

-¿Puedo preguntarte algo? Es personal, si no quieres...

-No te preocupes. Contestaré a lo que sea.

-¿Por qué no tienes hijos?-Su sonrisa se apagó y yo entendí que no debía haber preguntado.-Si no quieres no respondas. Lo siento.

-No, no te preocupes.-Dijo sonriendo con tristeza. -No puedo tener hijos. Soy estéril. Pero algún día quiero adoptar. -Dijo más feliz, con ese brillo en los ojos que me hizo sonreír.

No hablamos más durante la comida, cuando terminamos metí los platos en el lavavajillas y me cambié. Iría a ver a mi madre, pero antes quería hablar con Ella.

Conduje hasta su casa y me paré en seco al ver aquella estúpida moto aparcada en la puerta. Aaron estaba allí. La sangre me empezó a hervir y sólo quería subir y darle una buena paliza por cabrón.

Pero no lo hice, simplemente arranqué de nuevo y conduje hasta el hospital.

Cuando llegué vi a mi padre y a Eloy subiéndose al coche. Bajé del mío y corrí hacia ellos.

-¿Qué hacéis aquí? ¿Por qué habéis dejado sola a mamá? Estáis locos...-Si ya estaba enfado, que dejaran sola a mi madre sólo lo empeoraba.

-Calmate.

-No puedo. Mamá está sola.

-No lo está, ella está acompañadola.

-¿Ella? ¿Quién es ella?-Dije aún más preocupado. Si se les ha ocurrido dejarla sola con una enfermera o con una desconocida, juro que mato a mi padre. El pobre Eloy no tiene casi culpa pero le quitaré su juguete preferido un mes si lo ha permitido.

-Sube y lo ves.

-No, dímelo tú. -Mi padre sonrió y algo se movió en mi estómago. Parecía que tenía un nido de abejas tocando los cojones...pero no podía ser. Lena no podía estar aquí.

Mi mundo, mi caos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora