Capítulo 20

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Narra Lena

Estaba sentada sobre él y no podía creer lo rápido que había perdido el control. La Lena coherente había muerto, o al menos apagado, al fin encontré el botón que la apagaba supongo.

Cada beso que me daba hacia que mi cuerpo entrara más en calor, cada roce de sus manos en mi espalda, en mi cara, en mis piernas...

Tardamos muy poco en empezar a quitarnos la ropa...primero fue su camiseta, su pantalón...mi vestido...

Su toque en mi cuerpo me hacía estremecer de una manera demasiado extraña pero agradable. Ella me había dicho que la perdí con él pero sinceramente no estaba segura...aún seguía sintiéndome inexperta, tímida y nerviosa. Pero eso no quiere decir que no fuera a seguir hacia adelante, claro que hoy llegaría hasta el final.

¿Se podría considerar esto como una segunda pérdida de virginidad?

No lo sé pero da igual, sus labios se movían por todo mi cuerpo...cuello, estómago, brazos, labios o si, eso era la mejor parte. Sentir sus labios moverse al compás que los míos era como estar en el Olimpo.

No sé cuando se había levantado del sofá, conmigo encima por supuesto, y habíamos llegado a su cama pero la verdad es que ahora no importaba nada, sólo él, yo y el momento.

¡Y vaya momento! No sé como había sido la supuesta primera vez que no recordaba pero el caso es que...ahora no quería soltar a este chico en la vida.

Pero había un problema, eran las 2 de la mañana y tenía que ir a casa.

-Deen debo irme.-Susurré en su sonrisa, si ahora ya no la odiaba, ahora me moría por destruirla con un beso pero porque me encantaba.

-No...-Suplicó mientras su sonrisa desaparecía. Mi corazón se paró.

-No dejes de sonreír idiota.-Dije sin pensarlo. Y claro, él sonrió de nuevo.

-¿Ya no la odias?-Dijo tomando mi nuca con su mano derecha para acercarme más, si era posible claro.

-Si, igual que a tí. -Dije sonriendo y le besé. -¿Ves? No puedo ni verla.-Sonreí y sus ojos azules me miraron con amor, o cariño no sé. Me derretí de nuevo.-Pero debo irme.-Concluí recuperando un poco el control.

-Puedes quedarte a dormir.

-¿Y decirle a mi madre que he dormido en la cama con un chico que casi no conozco?-Reclamé. Pareció afectarle y no lo había dicho con esa intención...

-Si me conoces Lena. Y yo a ti. Por eso se que te quiero.

-Yo...-Empecé pero él se levantó de la cama.

-No sabes si me quieres. O no lo recuerdas al menos.-Dijo intentando entender algo que ni yo entendía.-Te llevo a casa.-Sonrió falsamente.

Me dejó en casa y me metí sigilosamente en mi habitación, ya entre las sábanas empecé a pensar en lo he acababa de hacer.
Eres una idiota Lena, ese chico te engañó y tú vas y le das lo que quiere.
-Cállate ya.-Susurré a mi misma. Vale parece que estoy loca.

Me quedé dormida en segundos.

Me desperté con el llanto de Ella en la habitación de al lado.

¿Qué le pasará? Miré el reloj, las 10 de la mañana. Sonreí al pensar que en poco más de un mes ya no tendría el privilegio de no madrugar. Incluso debería haber ido a trabajar pero se me olvidó poner la alarma...diría que me encontraba mal. A Karen no le importaría demasiado.

Me dirigí a la habitación de Ella.

-¿Por qué lloras?-Pregunté entrando sin llamar. Ella se sorprendió y corrió a limpiar sus lágrimas.

Mi mundo, mi caos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora