Frío, desértico, vacío, terreno inexplorado en el que aquel sin voluntad de hierro no llegará jamás. El río existente mucho tiempo lleva ya corriendo por los mismos lugares, no hay alteración alguna, es tanta la ausencia que aquel río se encuentra sin caudal. Tan calmo, tan calmo, que a simple vista perfección mana de él y cualquier caminante pensaría que es un trozo del paraíso, yo me encuentro ahí tanto tiempo. Pero esa calma, es quien me lleva al borde de un precipicio, que se ha convertido en mi infierno. Quiere detenerse ¡Cuánto no daría por poder detenerse! Más le es imposible, sabe el daño que me hace; el maldito sabe cuánto daño me hace. Sin embargo trata, trata con la poca fuerza que cree que posee. No lo consigue e intenta una y otra vez, cansada ya estoy de eso también. Llegará el día que se desborde y arrasará con todo a su paso. Solo espero, que me arrastre con él y así por fin poder terminar con este martirio...

Aithér inférnum.Where stories live. Discover now