Regocíjense que en sus manos se ha puesto una llave al conocimiento que conduce a la sabiduría. —Fueron las palabras de los antecesores.
Qué decepción se deben de haber llevado al saber que han sido ignorados y la llave fue usada como tranca de las puertas de sus casas. Será mejor que tu tranca sea la más actualizada, de otro modo serás menos digno.
Y los pocos que lograron abrir esas puertas divinas han sido marginados, humillados, burlados y excluidos. Unos cuantos fueron afortunados, entraron en la habitación, contemplaron algunos objetos, y dieron testimonio de su hallazgo; hoy son respetados, admirados.
Usa bien dicha llave, no permitas que se convierta en tu tranca individual y transmite tu aventura a la generación venidera.