Capítulo Veinte

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¿Qué contar luego de aquello? Mis próximos días fueron un ida y vuelta con mi familia y los asuntos del trabajo. De alguna forma mi padre logró un acuerdo con el director en que se me permitía no asistir a mis clases y las retomaría la próxima semana junto al "encantador" de Ken Isomu. Sí, de esa forma lo llamaron.

«Te extrañamos por aquí. Aunque yo te extraño más.»

Ah, eso, no había dejado de mensajearme con Honey.

—Aiko, tu atención aquí —Chasquearon los dedos frente a mis ojos desconcentrandome de la enorme pantalla de mi móvil.

Y allí estaba la esposa de mi padre, de brazos cruzados, expresión molesta y un nervioso golpeteo de sus pies contra el lujoso suelo de nuestra sala de estar.

—Lo lamento ¿Necesitaba algo?

—El personal está en camino, ve a ducharte y ponte el vestido que los Hitachiin prepararon.

—¿Y eso para que? —Pregunté confundida ante sus palabras.

¿Era un cumpleaños y no me había enterado?

—¡El evento de esta noche, Aiko! —Chilló golpeando levemente mi cabeza con la punta de su dedo índice— ¡La cena en la que te presentaremos como heredera! ¿Ya lo olvidaste?

¡Lo había olvidado por completo! Me había enterado del evento ayer por la noche en la cena, dónde lo único que sabía era que ya todo estaba planificado y las invitaciones habían sido enviadas con un par de días de anticipación sin yo estar al tanto de ello.

—Los encargados de maquillaje y peinado estarán en tu habitación en media hora, te quiero lista para entonces —Avisó caminando fuera de la sala cuando una llamada le llegó—. Y no lo arruines, ya estás advertida de las consecuencias.

Arrugué mi nariz con desagrado en un gesto que no pude evitar, pero para entonces ya volvía a estar sola. Esa mujer no perdía nunca la oportunidad de recordarme aquello.

Si supiese que todo el Host sabe de nuestro trato estaba muerta.

Si supiese que todo el Host sabe de nuestro trato estaba muerta

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—Por favor, quedese quieta, señorita Matsushita.

—Incline la cabeza hacia atrás, Matsushita-sama.

Alcé ambas cejas mirando a las personas en mi habitación.

—Necesito que se quede tal cual está para terminar el maquillaje —Comentó la encargada de maquillaje enseñando una brocha como si fuese algo amenazante.

—Pues, yo necesito que cambie su posición para terminar con el peinado —Rebatió el encargado de mi cabello apuntandola con el secador de cabello.

Justo lo que faltaba, espero que esto acabe rápido.

—Aiko-sama —Llamó la voz de Aria desde la puerta, a quien por alguna razón no había visto luego de aquella reunión en la que conocí a Isomu la primera vez—, sus padres solicitan que baje lo más pronto posible, ya falta poco para la llegada de los invitados.

𝒞𝓊𝒶𝓃𝒹𝑜 𝓁𝒶 𝓁𝓁𝓊𝓋𝒾𝒶 𝒸𝒶𝑒 |Honey|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora