Capítulo Seis

1.1K 121 43
                                    

—¡Ta-daaaa! —Celebraron los Hitachiin a la vez poniendo un espejo de cuerpo entero frente a mí.

—¿No creen que es un poco... excesivo?

Giré un poco para ver bien el nuevo outfit. Me habían hecho vestir una blusa rosa con volados en los hombros, una falda blanca y unas sandalias rosas. También habían aprovechado y tocado mi cabello, dejándolo caer lacio y suelto por mi espalda, con un invisible haciéndolo quedar tras mis orejas.

—¿Saben que solo vengo a trabajar, no?

—Pfft —Hicieron un gesto de manos, como si me hubiese equivocado-. Hacer solo eso sería aburrido.

Los observé desconfiada, algo estaban tramando.

—¿Puedo volver a lo que hacía? —Señalé la salida.

—Claro —Me dispuse a salir de allí, pero volví a sentir sus manos en mis brazos—, luego de haber recibido una critica de nuestro trabajo.

—¿Eh?

Comenzaron a correr otra vez, fuera de los cambiadores y dirigiéndose a algún lado que yo desconocía.

¿Qué estaban tratando de hacer?

Pataleé tratando de librarme, pero no sirvió de nada, eran mucho mas grandes y fuertes que yo. En mi mente realicé una anotación, debía comenzar a ponerme en forma.

—¡Hola, Honey-Sempai! —Los escuché saludar a la vez que mis pies volvían a tocar el suelo. Me costo un poco recuperar la estabilidad.

—Ai-chan ¿te cambiaste? —Le escuché preguntar al rubio. Me concentre en mi entorno y me encontré de pie frente a un Mitsukuni con varios papeles en las manos. Estábamos dentro de del restaurante.

—Ah, si... —Rasqué mi nuca a la vez que di varios pasos hacía atrás, iba a salir corriendo de ese lugar. No sé que traman los gemelos, pero no quiero tener nada que ver con eso.

—Te ves muy linda —Sonrió amigable.

Mi cara se tornó roja y cuando estaba por comenzar a correr un par de manos me volvieron a empujar al lugar de antes.

—Kyoya-sempai nos dijo que necesitabas ayuda —Comentó uno de ellos.

—Y Matsushita-san se ofreció a ayudarte —Terminó el otro.

Yo no dije nada de eso, ni siquiera sabía que estaba haciendo ni en que necesitaba ayuda.

—¿Eh? Yo no...—Taparon mi boca, evitando que hablase.

—¿Eso es cierto? —Preguntó Honey con su expresión inocente. Mi cabeza afirmando a causa de los Hitachiin realizando el movimiento— ¡Muchas gracias, Ai-chan!

¿No notaba que mis movimientos eran manipulados o solamente no le importaba?

—Bien, nosotros nos vamos —Se despidieron los Hitachiin— ¡De nada, Matsushita-san!

Giré molesta para mirarlos correr lejos del lugar ¿Por qué me trajeron así? Seguramente la respuesta tenía algo que ver con el cambio de atuendo.

—¿Te encuentras bien, Ai-chan?

Giré para enfrentar a un Honey extrañado ¿Cuanto tiempo me habré quedado mirando con cara de psicópata?

—Sí, lo siento —Pasé las manos por mi falda sin saber que decir.

—Toma —Me pasó algunos de los papeles que llevaba en la mano.

—¿Qué hay que hacer con esto? —Pregunté mientras nos sentábamos frente a una mesa.

𝒞𝓊𝒶𝓃𝒹𝑜 𝓁𝒶 𝓁𝓁𝓊𝓋𝒾𝒶 𝒸𝒶𝑒 |Honey|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora