El destino nos volvió a unir

CAPÍTULO 5

NARRA BELLA

Ayer por la noche estuve hasta muy tarde hablando con los chicos de nada en concreto. Me lo pase bien, me gusto cuando intentamos que juliana no me pillara, eso me recordó a cuando éramos pequeños y yo me había escapado y ellos me ayudaron a subir, la diferencia es que aquella vez no me pillaron.

Me levante bastante tarde porque estaba cansada del día anterior. Estuve toda la mañana estudiando hasta la hora de comer, que baje a por la comida y la subí a la habitación, y comí mientras hablaba con Ruby por video llamada. Le conté lo que hable con los chicos el día anterior, también lo de que me ayudaron a subir al balcón, y que estuvimos hablando hasta muy tarde.

La pregunte si quería venirse a pasar la noche a casa y ella accedió, y sorprendentemente juliana también. Asique quedamos en que cuando llegara de la playa la avisaría y vendría.

Me puse un biquini negro de triangulo, con unos shorts negros y una camiseta corta blanca, junto a mis converse blancas. Cogí la bicicleta de donde la habían dejado el día anterior los chicos. Me monto y me pongo los aurículas, y a pedalear hacia la playa.

Cuando llego decido guardar la bicicleta en el taller, asique entro por esa puerta.

Yo: Hola –digo cuando entro y veo a Connor sin camiseta, me va a dar algo, respira y parece una persona normal, no una hormona con patas

Connor: Asique si, estas viva –sonríe- ahora podemos afirmarlo –se pasa la mano por su castaño pelo.

Yo: Eso creo, ¿seré un fantasma? –Hago como que estoy pensando- Nos quedaremos con la duda –sonrío y él se ríe- ¿Qué hacías? –me acerco a donde está el justo después de dejar la bici en uno de la pared de al lado de la puerta

Connor: Terminaba una tabla

Yo: Guau –miro la tabla e inconscientemente paso mi mano por ella- es preciosa

Connor: Deberías volver a surfear ¿no crees?, ¿enserio no quieres volver a subirte a una de estas? –levanta una ceja

Yo: No puedo –digo mirándole

Connor: ¿Por qué? El surf es tu vida, lo has hecho siempre. Lo llevas en la sangre, eres surfista

Yo: No puedo de verdad

Connor: A él le gustaría que lo hicieras –inconscientemente le miro porque sé que habla de mi padre, y se me empiezan a poner los ojos llorosos

Yo: Te espero fuera –digo saliendo por donde he entrado, mientras escucho a Connor decir algo que no llego a oír.

Voy hacia la playa y me quedo observando el mar hasta que aparecen todos los chicos junto a Connor. Antes de empezar la clase Connor se me acerca para disculparse por el comentario que había hecho antes, le conteste que daba igual, que ya lo había olvidado, mintiéndole a el y a mí misma, y justo después empezamos con la clase.

Hoy estuvimos muy poco tiempo fuera del agua, la mayoría del tiempo estuvieron todos dentro del agua. Yo estuve con Lucy, y estuvimos practicando el equilibrio en el agua. Yo colocaba la tabla en el agua y ella, con mi ayuda subía e intentaba mantener el equilibrio.

Cuando la clase terminó y los chicos ya están con sus padres, me cuelgo la mochila que traía y voy hacia el taller para coger mi bicicleta.

Connor: Bella –ya hasta me suena bien que me llame así- enserio lo siento –dice acercándose a donde deje antes la bicicleta- a veces no pienso y solo actúo

Yo: Da igual –finjo una sonrisa

Connor: Odio cuando haces eso. Tu sonrisa es preciosa, pero no intentes sonreír cuando no puedes –hace una pequeña mueca- ¿Cómo fue con Lucy hoy? –Cambia totalmente de tema- he visto que aguantaba algo sobre la tabla –dice mientras se pone la camiseta y recoge sus cosas