NARRA BELLA
Me levanto de la cama cuando suena mi despertador. Si, despertador un domingo. Ayer estuve hablando con Connor después de cenar y me convenció para que le acompañase a practicar antes del concurso. Me pongo un bañador blanco de tiro alto un poco brasileño. Me dejo el pelo rizado y suelto. Me pongo encima del bañador una camiseta larga y unos pantalones cortos que no se ven por la camiseta.
Bajo y desayuno sin hacer ruido, ya que es muy temprano y nadie sabe que me voy. Salgo de casa cuando me llega un mensaje de Connor. Pero antes de salir pego una nota en la puerta donde les digo que volveré tarde.
Connor: Buenos días preciosa –dice cuando me estoy abrochando el cinturón
Yo: Buenos días –sonrio y se acerca para darme un beso
Connor: Gracias por querer venir conmigo –dice sonriendo mientras mira a la carretera
Yo: No hay de que
Connor: ¿Te vas a meter? –dice cuando ve que me estoy quitando la ropa
Yo: Obvio –sonrío- pero solo a la orilla
Connor: Como quieras –me da un pico y se mete en el agua con la tabla
Me quedo en la orilla mojándome los pies mientras le observo, es muy bueno. Me gustaría ser yo la que estuviese haciendo esos trucos. Pero hay algo dentro de mí que me lo impide.
Yo: ¿Ya te has cansado? –digo cuando se acerca hacia mi después de quince minutos dentro del agua más o menos
Connor: No necesito practicar más
Yo: ¿Entonces me puedes explicar para que me haces madrugar? –ruedo los ojos
Connor: Para pasar tiempo contigo –dice sonriendo cogiéndome la mano y acariciándola- y pensé –hace una mini pausa- que quizás quisieses volver a surfear
Yo: No –digo y me suelto de su agarre yendo hacia donde tenemos las cosas
Connor: Bella –me llama- no te enfades –noto que viene detrás de mí- por favor –me agarra del brazo haciendo que pare y se coloca justo delante de mi agarrando ahora mi mano
Yo: No puedo ya lo sabes –intento soltarme de su agarre porque se me están empezando a humedecer los ojos y no quiero que me vea llorar
Connor: Tampoco podías meterte en el agua –pausa- y lo conseguiste
Yo: No es lo mismo –miro nuestras manos
Connor: Claro que lo es. Lo conseguiste, y sé que vas a volver a hacer surf
Yo: Lo dudo –digo bajito
Connor: Eres surfista. El surf forma parte de ti. La mayoría de los recuerdos que tengo junto a ti de cuando éramos pequeños son encima de la tabla. Me acuerdo de cuando me chinchabas porque decías que eras mejor que yo, y nos pasábamos gran parte de las tardes compitiendo entre nosotros –hace una pausa- tienes que volver a surfear. Por ti –hago una mini pausa –me interrumpe cuando ve que voy a decir algo- y no me digas que no puedes, porque sé de sobra que sí que eres capaz de hacerlo
Yo: es que –digo con la voz rota- me parece injusto que yo pueda volver a hacerlo y el nunca más pueda –se me deslizan un par de lágrimas por las mejillas
Connor: -me aparta las lágrimas con su pulgar- No pienses eso. Tu padre era un hombre genial y muy especial. ¿Crees que el habría querido que dejases de hacer lo que más te gusta en el mundo solo porque él no puede hacerlo?
Yo: No lo sé
Connor: ¿A ti te gustaría volver a surfear?
Yo: Si pero –me corta
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El destino nos volvió a unir
RomanceEran amigos de pequeños. Ella le quería. El llevaba enamorado de ella desde el minuto 1. El tiempo los separo, y los volverá a juntar... ¿Será ella capaz de olvidarse de todo? ¿Conseguirá el que ella vuelva a ser la chica que conoció? ¿Volverá a sur...