Cariño y dolor: lo cotidiano

Todos y ninguno

Entre paradojas, desenlaces, contratiempos, desastres, entre todo, amamos. Vivimos de un modo u otro, y rememoramos de un modo u otro.

Seré tu amor de niño, tu amor de adolescente, tu amor de adulto, tu amor de viejos.
Por vos seré todos y ninguno a la vez.
Seré todos para que recuerdes tu pasado, te enamores de nuestro presente, y para que veas el futuro como un incierto, un desconocido, pero con vos. Seré ninguno para que puedas ser tu misma.

Así es, seré todos y ninguno al mismo tiempo.
Espero que ambos lo veamos como el mejor. Y si no, al menos como el diferente, el cambiante, el dueño de un fugaz sentimentalismo, pero de una eterna historia, eterna nostalgia que nunca acaba.

Entonces diré: De tus amores soy todos y ninguno a la vez, por ser tú, por ser yo, por ser nosotros. De ahí al principio, de ahí al final, da lo mismo porque estaré con vos. Y estar con vos para mí significa: ser parte de un infinito dentro de lo finito.

Todos y ninguno, increíblemente, eventualmente, simplemente.
En otras palabras: quiero ser el amor de tu vida.