Joven era, cuando te exigía
que aceleraras la marcha,
que apresuraras el día.
Joven era, padre tiempo.
-
Mayor fui, cuando te pedía
que mis fuerzas vastas fueran,
que eterna fuera ella mientras sonreía.
Mayor fui, padre tiempo.
-
Viejo me volví, cuando te suplicaba
que los días se estiraran,
que no te llevaras a quien amaba.
Viejo me volví, padre tiempo.
-
En mis últimos momentos estoy.
Te veo ya, padre tiempo.
Feliz de haber vivido todo esto,
regreso para contarte todo lo que siento.