004. La prueba

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Dylan

Llegaba tarde pero había merecido la pena. Totalmente. 

- 15 vueltas al campo - gritó el entrenador.

Todos nos pusimos a correr. Al principio cada uno llevaba su ritmo pero íbamos todos en grupo, hasta que el equipo comenzó a correr con nosotros. Ahí fue cuando pareció convertirse en una competición.

Sabía que tenía que esforzarme. Nick quería que entrase pero a Jess le daba miedo.

Al terminar las vueltas nos dividieron en varios grupos. Íbamos a hacer partidos de prueba con cambios de posición.

Los dos primeros partidos salieron a pedir de boca. Sin altercados.

- ¡43! - ese era el número que llevaba - Siéntate.

Me acerqué al entrenador.

- ¿Por qué? - pregunté sin aliento.

Llevamos casi tres horas de prueba y no había parado.

- Ralentizas al resto.

- No lo creo - dijo Justin, el rubio que me estaba ayudando a que el equipo hiciera caso de mis estrategias.

- Sé lo que veo - dijo el entrenador sin siquiera mirarnos - No le pone empeño y os ralentiza.

- Pero... - intenté protestar.

- Fuera de mi campo, Greco - me exigió.

Las manos comenzaron a temblarme. Sabía que tenía que controlarme. Era lo suficientemente listo para saber donde estaba la línea.

- Los que no le ponen ganas - dijo uno de los del equipo principal cuando pasaba por su lado - No tienen permitido pisar el campo.

Me dolían las manos de tanto apretarlas.

- Además - continuó mientras me seguía - ¿Por qué has venido? Llevas años con las clases a distancia.

- Tengo tiempo para venir a clase - dije con los dientes apretados.

- No te queremos aquí, Greco - eso me frenó en seco.

Me giré y vi que se habían unido 3 chicos más.

- Hey - la voz de mi hermana me hizo relajarme al instante - ¿Todo bien?

- Todo bien. - respondí aunque la voz me salió algo extraña.

- ¿Y esta preciosidad quién es? - dijo el chico que me había estado hablando.

- Soy Jessica.

- Travis Dunne - dijo él con una sonrisa que no me gustó.

Estiró el brazo para tocarle la cara a mi hermana y le paré.

- No la toques.

A esas alturas ya habíamos llamado lo suficiente la atención. Mucha de la gente de las gradas había dejado de prestarle atención a la prueba del equipo para centrarse en nosotros.

- ¿Es tu chica, Greco? - dijo uno de los amigos del tal Travis.

- Soy su hermana. - dijo Jess como si nada.

- Uh.

Travis apartó la mano como si le diese asco. ¿Qué estaba pasando en este sitio?

- ¿Ahora eres amiga de un Greco, Nikki? - dijo el rubio con asco.

- Pues sí - un brazo delgado se posó sobre mis hombros y me tensé - Aunque te parezca raro, no son como Chase.

Claro. Chase. Todo tenía que ver siempre con él.

Jess y yo pusimos los ojos en blanco. Chase era un chico especial. Era incluso más inteligente que nosotros. Cuando nos conocimos era mi héroe. Hasta que nos dejó tirados.

- Chase Greco es un cabrón hijo de puta y...

Travis no pudo continuar hablando.

Una cosa era que no nos llevásemos muy bien con nuestro hermano mayor y que muchos de sus problemas cayeran sobre nosotros. Pero nadie, nadie, podía hablar mal de él en nuestra presencia y Travis lo había averiguado de la peor de las maneras.

- Puede que Chase no sea la mejor persona del mundo - dijo Jess - Pero sigue siendo mi hermano y no vas a hablar así de él nunca más.

Él sonrió y a mi me dio un escalofrío. Tenía la boca llena de sangre del puñetazo que le había dado Jessica y parecía tan contento.

- Acabas de cavar tu propia tumba, zorra. - siseó.

- ¡EH! - el grito del entrenador nos sorprendió a todos.

Cuando nos quisimos dar cuenta, Travis gritaba de dolor en el suelo.

- No puedes llamar a una chica zorra por defender a su hermano mayor.

Chase estaba ahí.

- Estás muerto, Greco. -amenazó Travis.

- A ver cuando eres capaz de cumplir esa amenaza - dijo mi hermano con arrogancia.

- ¡Largo de aquí! - gritó el entrenador amenazante - No quiero a ningún Greco en mi campo.

Jess y yo mirábamos a Chase perplejos. ¿No se suponía que estaba suspendido?

Cogí a mi hermana del brazo y salimos de ahí. Sabía a donde quería ir pero, también, que a Nick no le iba a hacer gracia.

- ¿Qué hacemos aquí? - preguntó Jess.

- Quiero hacer la prueba de natación- susurré.

Jess se me quedó mirando pero en seguida sonrió.

- Hombre, Dylan - James estaba saliendo del agua - ¿Qué tal la prueba?

- Mal.

- ¿Quieres distraerte un rato más?

- Por eso has llegado tarde y empapado... - susurró mi hermana.

- Hola - dijo mi compañero de cuarto tendiéndole la mano a Jess - Soy James.

- Jessica.

- Hola, Jamie - la voz de la amiga de Jess hizo eco por todo el lugar.

- Nikki.

Se hizo un silencio bastante incómodo. Jess y yo nos mirábamos y comenzábamos a alternar la mirada entre nuestros nuevos amigos.

¿Qué estaba pasando?

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