— ¿Lista? — llamé su atención. Mal estaba nerviosa.
— Creo que sí — murmuró, volviéndose a mí.
— Venga, deja ya los nervios y corre abrazar a la loca de tu madre — le animé con cierta diversión.
Recibí un manotazo en el hombro— ¡Oye!
— ¿¡Qué!? Sabes que digo la verdad — subí y baje las cejas de manera excesiva.
— Puede ser...— murmuró —... Pero sigue siendo mi madre — se apresuró a añadir.
— Cambiando de tema, — relamí mis labios, nervioso ¿como le diría? — . Me iré al inframundo con mis padres — solté, dejándola atónita.
Un ¿qué?, fue lo primero que salió de su garganta, yo asentí, temiendo de su reacción.
— ¿Cómo que te vas? ¿y los niños?
— Es la razón por la que lo hago, Mal. Guiaré a las almas de los niños en el inframundo.
No esperaba que se lanzará a abrazarme.
— Voy a extrañarte tanto.
— Puedo subir cuando quiera, así que creo que no te librarás de mi tan fácil, pequeña ratoncita — acaricié cariñosamente con una de mis manos su csbello azulado.
— ¿Lo prometes? — ese puchero me recordó a una Mal de niña. Pelo rubio. Ojos grandes atentos a su alrededor.
— ¿Cuando te ha fallado tu hermano?
— ¿Quieres que las recuerde? — me retó.
— Mejor que no — negué, rascándome la nuca.
— ¡Bien! — vociferó.
— Hey, Mal ¿nos vamos? — Dijo Jay.
— Sí, enseguida estoy con ustedes — respondió, pidiéndole espacio indirectamente.
— Te esperamos. Nos vemos luego, mini Hades — me revolvió todo el cabello, mientras me abrazaba bruscamente.
— ¡Eres una bestia! — bromeé, soltando una que otra risa.
— Entonces este es el adiós ¿no es así? — abrazó su propio cuerpo, entristecida.
— No es para siempre ¿te acuerdas cuando me comuniqué contigo por sueños? — asintió — Bueno, prometo hacerlo más a menudo ¿te parece bien? — tomé su pequeño rostro entre mis manos y deposite un beso en su frente — Te quiero, enana.
Aún con dificultad me sonrió, sus ojos llenándose de lágrimas — Y yo a tí también, Peter.
Ambos ese día prometimos que sucediera lo que sucediera nunca nos abandonaríamos y nos ayudaríamos en lo que fuese.
|•|
El inframundo a pesar de ser un lugar frío, se sentía cómodo siempre y cuando estuviera con mis padres.
Era mi turno para ser un héroe, ayudaría a todos esos pequeños que habían descendido al inframundo, ayudaría a que sus almas descansarán.
Aprendía de la nueva persona que era, sin dejar completamente de lado al antiguo yo. Es algo que siempre recordaré, porque a pesar de lo despreciable que fui, no puedo negar el pasado, lo enfrento, cada día lo hago.
Enmendar mis errores y ser cada día la persona que quiero ser. Una persona mejor.
El tierno beso de mi madre me sacó de mis pensamientos — ¿cómo estás, cariño? — mamá temía que el inframundo pudiera afectarme.
Seguía siendo su pequeño niño.
Sonreí, atrapando sus hombros con mis brazos — Increíble ¿y tú?
— Increíble al saber que lo estás — sonrió, sus ojos llenándose de brillo.
— Eres tan tierna, madre — apoye mi cabeza de lado en su hombro — . Gracias por estar ahí siempre. Gracias por no dejar que la oscuridad me consumiera por completo. Gracias por quererme tal y como soy.
— Siempre serás mi pequeño, no importa cuantos siglos tengas — afirmó, acariciando mi cabello con sus delicados dedos — Te quiero tanto.
— Y yo a tí.
La campana resonando a nuestro alrededor era el aviso que nos indicaba cuando alguien llegaba al mundo de los muertos.
— Echemos un vistazo — avisa, adelantando el paso.
Si eran niños los llevaría conmigo a un lugar menos aterrador, aunque el inframundo era en sí todo aterrador.
— Hola, pequeño — sonreí al ver que una de las almas pertenecía a un niño.
Él me estudió con suma cautela — ¿Sabes lo que me pasó?
— Haz descendido a tu nuevo hogar — el niño de unos cinco años, hizo pucheros de querer llorar — . Yo cuidaré de ti.
— ¿Y mi mami? — frotó sus pequeños ojos con sus manitas, asustado.
— Ella tardará un poco más en llegar, pero cuando esté aquí se encontrarán de nuevo. Mientras tanto nosotros somos tu familia — acaricié su cabello con delicadeza — ¿Quieres motar a mi espalda?
El niño asintió por lo que tuve que agacharme a su altura para que pudiese subir a mi espalda.
Y así el hijo de Hades comienza a escribir su propia historia.
Fin.
Nota de la autora :
Hola;
Gracias por todos los votos y comentarios en cada capítulo, en verdad me inspiró bastante a seguir escribiendo cada día. No soy de muchas palabras así que disculpen mis corta nota. Solo quiero demostrar lo tan agradecida que estoy.
Les quiero ❤️
Me despido con un abrazo de panda 🐼🐾❤️
E.D
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EL HIJO DE HADES [ Descendants 3 ]
Random- Aquí tienes, aunque tiene un precio. - Claro, contigo todo es así, ¿Cuál es el precio? - Que lleves a tu hermano contigo. ⚠️ Advertencia ⚠️ 1 - Este libro no sigue en algunos capítulos el guión original de la película. 2 - Los personajes no son...