EL HIJO DE HADES [ Descendants 3 ]

9 | Un reencuentro Familiar

Y ahí estábamos chicos de la Isla y chicos de Auradon. Lado a lado apostando a que si nos juntábamos, lograríamos trabajar en armonía mano a mano.

— ¡Volviste! — exclamó una entusiasmada Mal, abrazándome.

Rodeé su cintura y apoye mi barbilla en su hombro — Gracias  — susurré.

Ella sonrió, sus ojos brillaban por las lágrimas retenidas — Gracias a ti.

La tomé en brazos para dar vueltas con ella en el aire — Te... — me detuve, pasándome las manos por la nuca, nervioso.

No era tan difícil ¿no?

— Yo también te quiero, hermano — soltó y dejó un beso sobre mi mejilla.

— ¡Hey! — Evie me saludó.

— ¡Evie! — sonreí e inmediatamente la abracé.

— ¡Hey, esas manos! — chilló su novio a nuestro lado.

Sonreí, apartándome ligeramente de ella y pasando mis brazos por sus hombros — Hola, Doug. Yo estoy bien ¿y tú? — repliqué, sarcástico.

El novio de la peliazul se ruborizó, avergonzado — Perdón ¿cómo estás?

Reí ante la inocencia del chico — Es broma, hombre — me alejé de Evie para  saludarle con un fuerte apretón.

— ¡Ai-re, por fa-vor! — pidió con voz entrecortada. Lo solté —. Gracias — dijo después de tomar varias bocanadas de aire.

— Exagerado — rodé los ojos.

Noté que Evie miraba discretamente a Harry.

— Anda — le susurré.

Ella se sobresaltó — ¿Qué?

— Que vayas a hablarle — aclare, mirando hacia la misma dirección que ella.

— ¿A quién? — se volvió a mí, inclinado una ceja.

— Tú sabes bien a quien me refiero — le guiñí un ojo.

Se ruborizó.

— Está con Uma — sentencia antes de ir por su novio.

Soltando un sonoro resoplido, me desplacé por el lugar hasta detenerme con Audrey y el chico de la cabaña.

— Hola — saludé, mi sonrisa y mirada puesta en la princesa.

— ¡Hey! — exclamó el rubio.

— Hola — Audrey me sonrió sin mostrar los dientes. Su cabeza agachada demostraba lo apenada que estaba.

— ¿Cómo estás? — pregunté casual, no quiero llegar a agobiarle.

Desprendió la mirada del suelo — Estoy bien dentro de lo que cabe.

Sonreí — Me conformo que estés bien.

— ¡Oigan, sigo aquí! — dijo el rubio.

Audrey lo miró — Él es Chad, hijo de Cenicienta. Chad, él es Heist Peter, hijo de Hades.