mini relatos

Fiesta 1

Y ahí estábamos los dos, tan cerca y a la vez tan lejos.
El ruido de la música no nos dejaba escuchar, solo me podía concentrar en aquella mujer.

Sus ojos color café, su piel morena, su cabello negro como la noche...
... Todo eso la hacia perfecta.

Las luces eran de colores, rojo, verde, amarillo, azul, etc.

eso no podía distraerme de ella, Jenny era su nombre, eso no podía sacármelo de la cabeza, tengo la mala costumbre de grabarme nombres e imágenes.

yo, en cambio, no era muy atractivo para la mayoría, solía ser el bicho raro, el nerd del grupo, y por alguna razón, de entre tantos pretendientes que tenia en la preparatoria, me dio atención a mi, un don-nadie, un inútil de nombre Sam, o al menos, así me llamaban todos.

su sonrisa era impecable, dientes blancos como la nieve, me cautivó al instante, su risa enamoraba, era una linda chica, de las mas bellas de la escuela, todos en la escuela la describían con tres palabras, o eran buenas o malas, obviamente tenia enemigos. las tres palabras eran las siguientes, eran o : linda, ingeniosa y lista, o: egocéntrica, sabelotodo y maliciosa.

De pronto, ella se acercó y me habló:

-- Hola, Sam, ¿cierto? -- saludó con una sonrisa cautivadora, atrapante-- me llamo jenny

-- Hola Jenny -- respondí -- vamos en la misma clase, no?

-- si, así es, no se en cuantas exactamente, pero si te he visto en el salon

-- y, ¿ que tal te parece la fiesta?

-- he visto mejores, quieres ir por un trago?

-- si esto mejora un poco el ambiente, me parece bien

emprendimos el viaje para salir de la sala, la casa era bastante grande, pero aun así, viajando entre la gente, solo nos tomo cuestión de minuto y medio llegar a la cocina.

había grandes recipientes de cristal llenas de un agua roja, no sabría decir muy bien cual era la base, pero el alcohol era bastante notorio, un alcohol fuerte, potente.

tras unos tragos, decidí subir al segundo piso, al balcón, una corazonada me decía que tenia que hacerlo, que la llevase conmigo.

estábamos en el balcón, yo viendo el patio, recargado de frente, y ella, estaba con la espalda recargada en la barandilla, viendo hacia la casa, tomó un trago a su bebida, y me dijo:

-- ¿sabes?-- me dijo, dándole otro trago a su bebida, me miró a los ojos-- me pareces lindo, no sé si sea por el alcohol, pero lo haces

me quedé sin palabras, no sabia que contestar, ella prosiguió:

-- odio que la gente piense que sabe todo lo de mi, no saben una puta mierda, parezco extrovertida, pero odio a la gente, soy introvertida, pero los demás no lo entienden, es un fastidio

--la gente quiere sentirse especial, pensando que saben como son las cosas, y no entienden que deben dejar de juzgar y justificar, pero somos idiotas, y los idiotas no aprenden

ella me vio con incredulidad, no esperaba eso de mi.

se acercó poco a poco a mi, no entendía que pasaba, hasta que me toma por el cuello y me besó.

esto ultimo me tomó sorpresa, ¿ella?, ¿interesada en mi?, probablemente era el alcohol.

me dejé llevar por la pasión, hace tiempo que ella había captado mi atención y esa era la oportunidad perfecta para hacerla mía, o al menos ser su acompañante durante esta noche, desde hace mucho yo tenia sueños donde ella era la protagonista, la amaba desde hace mucho tiempo.

Cuando se separó de mi, me condujo hacia una habitación blanca, no sabría decir si era la de invitados, pero eso no tiene mucha importancia, cerró la habitación con seguro y se abalanzó sobre mi, tal y como un águila lo hace sobre un ratón.

Nos dejamos llevar por la emoción del momento, los besos se volvían mas lascivos y llenos de pasión, pronto el día sucedió a la noche en su labor y ambos tuvimos que tomar caminos separados.