Flores blancas.

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-Buenos días- saluda un risueño chico a la conductora del autobús escolar entregándole una rosa blanca.

-Buen día Joey- saluda cariñosamente y recibe el regalo- anda, ve a sentarte.

El chico asiente y va a su lugar a lado del chico que roba sus suspiros desde que llegó.

-Buenos días- saludó al chico entregándole una rosa de igual modo que con conductora.

-Hola- responde a secas recibiendo la flor de mal modo.

Joel siempre carga con un ramo de cinco flores para obsequiar en el camino, sin embargo lo hace solo con las personas que él quiere o considera importantes en su vida, suelen ser en su mayoría la maestra de literatura que siempre halaga su trabajo, la conductora del transporte escolar que siempre lo recibe con cariño, la señora que sirve la comida en la cafetería que le sirve una dona de chocolate extra con su almuerzo, la maestra de matemáticas que tuvo paciencia con él y por último Erick, el chico del que se siente atraído desde hace un año

El ojiverde por el contrario es indiferente a sus gestos, siempre trata de evitarlo pero no es que lo odie o algo por el estilo, sino que al ser el único chico al que le regala flores la gente empieza a correr el rumor de que son algo más que amigos.

Erick no es gay, eso lo tiene claro, por eso los rumores lo molestan demasiado, a un punto que intenta ser cortante con el mayor, pero no importa que tan mal lo trate, el siempre regresa.

-¿Quieres sentarte conmigo en el almuerzo?- pregunta con ilusión el chico de las flores.

-No- responde y se pone los audífonos para no escucharlo.

Así son todos los días desde que lo conoce, el mayor no deja de insistir a pesar de las malas caras que le hace Erick o el resto de la gente al juzgarlo por intentar entablar una conversación con tanta insistencia con un chico.

Porque al parecer, eso está mal.

Ya entran a sus clases correspondientes, listos para empezar con las actividades, no sin que antes él rizado le entregue su respectiva flor a la maestra de matemáticas que acepta gustosa.

Erick rueda los ojos al ver la acción y abre su libro para tratar de evitar con la mirada al chico que tanto lo desespera.

Así pasan el resto de las clases, un chico muriendo por un poco de atención mientras el otro reza porque lo deje en paz.

Al llegar el receso, él ojiverde se levanta de su asiento y prácticamente corre hacia la cafetería para encontrarse con su grupo de amigos, de este modo evitara al que él considera, su acosador.

-Llegaste temprano- nota Christopher viéndolo tratar de normalizar su respiración- ¿Todo bien?

-Ese chico me tiene harto - Dice mostrando la flor de hoy- no importa que tan cortante sea, siempre vuelve.

-Deberías hablar con él, tal vez al ver tu actitud se le quiten las ganas de ser tu amigo- responde Richard sorbiendo algo de jugo.

-¡Es que no entiendes! No quiero ser grosero pero ¡Ah!- grita frustrado agachando su cabeza en la mesa- ese chico me vuelve loco.

-Y tú a él, pero no de la misma forma- asegura el castaño.

-Ese es precisamente el problema, a mí no me interesa, ni como amigos ni nada.

Pasaron el resto del almuerzo discutiendo, sus amigos no tienen una mala intención pero creen que está siendo injusto con Joel, este chico no se junta con nadie a pesar del gran carisma que tiene, y es que la gente siente que si le dan un poco de atención estará sobre ellos al igual que con Erick.

No es que a Chris o a Richard les importe, al contrario, quisieran invitarlo a pasar con ellos los recesos pero no lo hacen por su amigo.

Ya en la clase de literatura, la preferida por Joel así como la más odiada del menor, por más que se esfuerza no logra comprender nada, eso sumado a que se aburre y se distrae con facilidad.

-Bien chicos, como saben el proyecto del final de curso está cerca, necesito que se junten en parejas para que logren terminarlo, recuerden que vale el cuarenta por ciento de su calificación final.

Todos él alumnado se dispone a obedecer y buscan con su mirada a sus amigos para hacer el trabajo, si bien Erick no es precisamente el más popular, vaya que es querido por sus compañeros.

Sin embargo al voltear a las butacas del fondo, se percató que Joel está solo, nadie se le acerca y él tampoco hace el intento por integrarse porque sabe que se burlarán de él.

Con un suspiro lleno de resignación, se levanta de su asiento negando amablemente las invitaciones de sus amigos afirmando que ya tiene un compañero.

Él rizado no le agrada, eso intenta hacerse creer mientras se acerca más y más, solo lo hace por la calificación, Joel es muy bueno en esa materia, si, solo es eso.

Al llegar frente a él se percató que el mayor ignora su presencia pues está leyendo, está tan metido en sus pensamientos que ni siquiera lo mira.

-Amm, Joel- lo llama por fin y éste lo mira sorprendido- ¿Ya tienes pareja?- negó lentamente con la cabeza- ¿Puedo hacer el trabajo contigo?

-C-claro- acepta nervioso, es la primera vez que el menor le dice más de dos palabras juntas- ¿Quieres que nos juntemos en la biblioteca?

-Mejor en mi casa, así tendremos privacidad.

-Comprendo- respondió el alto bajando la mirada.

Sabe que Erick no quiere ser visto con él.

Joerick: El raro de las flores (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora