Joerick: El raro de las flores (Completa)

Flores rojas

-Buenos días- saluda Joel entregándole una flor a Erick como todas las mañanas.

-Buenos días- responde sonriendo y acepta el regalo.

El mayor sonríe sonrojado, es la primera vez que él ojiverde le regala una sonrisa tan sincera.

Así avanzaron en el autobús, si bien reinaba el silencio de nuevo, ahora no era incómodo.

Pasaron el resto de clases como todos los días, él rizado no le hablaba pues temía que la actitud del más bajo cambiara de repente, le gustaba que lo tratara bien, pero era más fuerte su miedo al rechazo de nuevo.

Se sentó en el lugar de siempre, sabía que los amigos del ojiverde usaban la mesa frente a él, así podía mirar a su chico aunque fuera de lejos.

Estaba tan concentrado mirando a esa dirección esperándolos que no sintió la presencia de dos personas que se sentaron a cada lado de él.

-Hola- saludó Richard dejando su charola de comida en la mesa- ¿Esperas a alguien?

-¡Cielos! Me asustaron- dijo Joel sobresaltado- sí, digo, no, no espero a nadie.

-Claro- acusó Christopher entrecerrando los ojos- entonces, como no esperas a nadie, no tiene caso que te diga que Erick está en la enfermería.

-¿él está bien?- pregunta levantándose inmediatamente.

-Tuvo un mareo, nada grave, no debe tardar en llegar- contestó Richard sonriendo- entonces ¿No esperas a nadie?

Joel volvió a sentarse sonrojado, al parecer esos chicos sabían que miraba a escondidas a su amigo.

-Ahí viene- avisó el castaño agitando sus manos para llamar la atención del menor y se levantó de la mesa siendo seguido por Richard.

El rizado miró hacia abajo, estaba muy avergonzado y creía que esos chicos solo fueron ahí para burlarse de él, pero grande fue su sorpresa cuando vio que rodearon la mesa y se sentaron justo frente a él, dejando así solo un lugar disponible para Erick.

Joel se dio cuenta de la acción y miró a Chris con una ceja arqueada, éste le guiñó un ojo y susurró un "por nada"

-Cielos, lamento la demora- se disculpó Erick sentándose a lado de Joel, justo como sus amigos habían planeado- la enfermera no quería dejarme salir, ¿Por qué nos sentamos aquí hoy?

-Nuestra mesa fue ocupada- se excusó Christopher.

-¿No te molesta que te acompañemos?- preguntó Erick al mayor.

-Claro que no, me gusta la compañía- respondió nervioso.

-Qué bueno, porque esa mesa me estaba hartando, podríamos almorzar aquí ahora ¿Cierto, Erick?- preguntó Richard.

-Buena idea- celebró el menor.

Joel sonrió sonrojado, un tono que siempre adquiría cuando estaba junto a Erick, pero luego miró su lado de la mesa que estaba vacío y frunció el ceño.

-Erick ¿Y tú almuerzo?

-Olvidé mi dinero, pero no tengo hambre- respondió alzando los hombros restándole importancia.

-Acabas de salir de la enfermería por un mareo ¿Y no vas a comer?- lo regaña y abre la bolsa de plástico que guarda su comida, es un emparedado de pollo y se lo da - ten, come.

-Joel, no es necesario...

-Claro que lo es- lo interrumpe.

-Hazle caso, es más dale la mitad solamente Joel, yo le daré parte de mi almuerzo también-ordenó Christopher y Richard hizo lo mismo.