[1]

1.4K 121 75
                                    



¿Y a quien vergas les gusta el frío?

Es decir no puedes hacer absolutamente nada ¿estar encerrado todo el día en tu casa? Sin duda no es una vida para mi

—¡México!— el grito de un brasileño me sacó de mis pensamientos

—¡Brasil compadre!— exclame alegre al ver llegar a mi lado el sudamericano

—Sabe se há ondas hoje? (¿Sabes si habrá buenas olas hoy?)— preguntó sosteniendo dos tablas de surf en ambos brazos

—No lose wey vamos a preguntar— propuse caminando a uno de las torres de un salvavidas —¡Oye wey!— grité capturando la atención del rescatista —¿Habrá buenas olas hoy compadre?—

—Да, но нет, чтобы мама выглядела как кучка мудаков (Si, pero no me hagan ir por ustedes par de idiotas)— comentó el humano de tez blanca y ojos azules

Ambos nos miramos confundidos

—Ahh... ¿Gracias? Y la tuya por si acaso— exclamé sonriente tomando mi tabla tricolor que Brasil me había lanzado, ambos corrimos alegres al océano sentados en nuestras tablas esperando una ola perfecta

—¡Altiro weon!— el grito de alguien muy reconocido se hizo presente en la espera de olas

—¡Chile!— grite de emoción al ver a mi mejor amigo con parche en su ojo derecho color avellanas y cabello café oscuro acercarse con un castaño y ojos avellana, Argentina, cuando ambos llegaron nos saludamos como siempre

—¡No me dejen causas!— grito el más pequeño de todos los latinos, cabellera café oscura y ojos oscuros, Perú

[...]

Sin duda alguna este día fue uno de los mejores en mi vida, las olas estuvieron geniales, es algo por lo cual nunca lo cambiaría por nada

—¡La cena esta lista!— grito Cuba desde una choza, la cual contenía una enorme mesa blanca rectangular con 20 sillas ocupadas por toda America latina y 5 lugares vacíos

Una vez que nosotros los restantes nos sentamos la cena comenzó con un pequeño agradecimiento al terminar comenzamos a comer tranquilamente hasta que Costa Rica comentó una pregunta en voz alta —¿Han escuchado el canto de las sirenas al atardecer?—

Aquella extraña pregunta no hizo sacudir la cabeza confundidos —¿De que rayos hablas weon?—

—Bueno cuenta una leyenda aquí en Cuba...— todos guardaron absoluto silencio —Que en lo más profundo de las aguas caribeñas ya hacen sirenas protegiendo al rey de todos los mares, un hombre pescador se encontraba a la deriva flotando sin ningún rumbo, hasta que logró escuchar un hermoso canto su vista se dirigió hacia abajo encontrándose con los ojos de una hermosa sirena rápidamente cayó en sus encantos y en su melodiosa voz, la sirena sujeto al hombre de los brazos encajando sus enormes uñas en su piel para luego hundirlo al fondo y no ser visto nunca más— terminó de relatar haciendo que algunos soltasen risas burlándose de Costa Rica

—¡Por dios no sean malos!— exclamó el cubano tratando de defender a su amigo lastimosamente aumentaron más las risas

Cualquier extranjero que los vieran o los escuchasen sabría el significado de una verdadera familia... una grandiosa familia

Con firme el atardecer avanzaba la noche se hacía cada vez más presente resplandeciendo la luna y sus estrellas, la mayoría se encontraban dormidos o en el quinto sueño como les llamaba el mexicano, el mencionado se encontraba sentado encima de su tabla de surf color roja, blanca y verde, como sus colores resplandecientes en su cuerpo junto a un escudo de águila real posando su más fino rostro, no era ni muy menor ni muy mayor, al ser un pedazo de tierra este era inmortal igual que el resto, suspiro sintiendo la fría agua chocar con sus pies, todo se encontraba normal nada fuera de lo común, cielo obscuro iluminado por pequeñas lucesillas, arena blanca, rocas, y el mar, oh, el increíble y terrorífico océano

𝐎𝐧𝐥𝐲 𝐇𝐮𝐦𝐚𝐧  «𝐌𝐞𝐱𝐮𝐬𝐚»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora