Durante todo el camino hasta su casa, el señor Seo no dice mi una palabra, él tampoco habla, primero porque no sabe qué decir y segundo, no sabe cómo sentirse. Si algún otro chico lo hubiera tratado como lo hizo Johnny, al encontrarlo por la calle lo habría ignorado, sin embargo John lo hace sentir extraño, le gusta tenerlo cerca, conduciendo con esa mirada tan penetrante y el rostro tenso.
Cuando llegan Mark abre la puerta de su casa con manos temblorosas, ¿por qué el señor Seo lo acompañó hasta arriba? ¿Debería invitarlo a pasar? Igual de nervioso entra a su departamento y tarda unos pocos segundos antes de girarse hacia John.
—¿Quiere pasar a tomar algo caliente? —pregunta tímido —Hace frío fuera.
—¿Eres estúpido? —Johnny lo empuja a un lado antes de entrar, otra vez Mark siente su estómago contraerse y no precisamente por náuseas —No tienes ni un mínimo de dignidad, patético.
Ambos van hasta la cocina, Johnny se sienta en el pequeño comedor que hay junto a la nevera mientras Mark prepara café, tiene una cafetera para bebidas instantáneas, por lo que no tarda mucho en unirse al señor Seo en la mesa.
—¿Crees que yo bebo café barato? —bufa John apartando la taza —Olvídalo, sólo quiero agua.
Luego de pasarle un vaso con agua Mark coge la taza caliente y la rodea con sus manos frías, le gusta el contraste, por alguna razón el olor del café no le da náuseas, se ve tentado a beber un sorbo, pero antes de hacerlo Johnny le quita la taza.
—No deberías beber café en tu estado —aclara su garganta el mayor evitando el contacto visual —como sea, no vine a visitarte, seré directo, ¿qué probabilidad hay de que ese niño sea mío?
Un silencio largo inunda la cocina, la mirada de Mark parece perderse en el reflejo que tiene el café, vuelve a rodear la taza para calentar sus manos, mientras estaban en el auto yendo a su casa vio los resultados de su análisis de sangre, nueve semanas de embarazo, el tiempo coincide perfectamente.
Pero no quiere creerlo, ese hombre sentado cerca de él está casado, tiene otra vida fuera, un esposo al que ama y con quien dirige una empresa exitosa, ¿cómo pudo ser tan tonto? Tras unos pocos encuentros y palabras bonitas por parte del señor Seo, se atrevió a tener sexo con él sin usar protección, no sólo fue tonto, también descuidado e irresponsable.
—¿Qué probabilidad hay de que el niño sea mío? —insiste Johnny.
—Gracias por traerme, pero debe irse —contesta al fin Mark tirando el café ya frío por el fregadero —le dije a Min que me dejaron salir antes del trabajo porque me sentía mal, ha de estar a punto de llegar y a MinHyuk no le gusta la gente que me ha hecho llorar, así que será mejor que se vaya.
Al levantarse para acompañarlo hasta la puerta Johnny lo sujeta del brazo y lo atrae hacia él con brusquedad, debe ser un completo demente, es decir, hace unos meses le juraba un amor profundo y decía que era literalmente el chico de sus sueños, cuando al fin decidió ceder lo rechazó y ahora parece odiarlo, es difícil de entender.
—Escucha, soy alguien importante, no puedo tener hijos desconocidos por ahí, ¿sabes el problema que tendría si algún día decides denunciarme para pedir una pensión alimenticia o algo así? Al mínimo movimiento de mis abogados la prensa se enteraría, inventarían noticias sobre como dejé solo a mi hijo y eludí mis responsabilidades, mi imagen quedaría manchada, las acciones de la empresa caerían y mis suegros me matarían, lo mejor será que solucionemos esto ahora entre nosotros, sin necesidad de que todo el mundo se entere.
Mark vuelve a quedarse en silencio, quita la mano de John de su brazo y acaricia la parte donde los dedos del mayor hicieron presión, duele. Sin siquiera mirarlo abre la puerta y luego se gira en dirección a su habitación, ¿denunciarlo para conseguir dinero a costa de su hijo? ¿Qué se cree el muy idiota? Él no es ese tipo de persona.
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Bubble Tap | JohnMark
FanfictionMark es adicto al sexo y Johnny un hombre felizmente casado que cae a sus pies.