Jad Story {Pausado}

6.

"Solo quedan cuatro" Fue lo primero que Jad escuchó cuando recuperó la consciencia.

Las había matado. Angelo, no él.

Temía abrir los ojos, temía la carnicería que tanto le gustaba al demonio pero cuando lo hizo tan solo encontró bosque, algunas ramas rotas y arañazos en la corteza.

Pero ni cadaver ni fuego.

Ni sangre.

Nada.

La voz habia dicho cuatro pero tan solo debían quedar tres.

-¿Donde...? -Preguntó, confundido.

"En el bosque, la otra chica escapó..." La voz del demonio era fria, inhumana. Jad se estremeció, la chica se la habia jugado y Angelo queria su sangre.

No tenía sentido negarse, el joven de ojos azules se levantó con pesar y se sacudio la tierra y las hojas secas mirando a su alrededor, espectante.

-Esta bien. Por donde.

El resto de la noche se la pasó rastreando el bosque, la chica en pleno ataque de panico habia marcado sus pasos con ramas rotas y huellas en la tierra humeda.

Angelo no estaba de humor para hablar, se agazapaba en algun rincon oscuro de la mente del chico dando instrucciónes cuando este parecia perdido.

Cada vez que Jad le preguntaba por lo que había pasado con las chicas el se encogía hasta volverse una mera presencia y se quedaba en silencio.

-¿Donde se mete esa chica? -Preguntó Jad tras librarse de una zarza que se le había enganchado en el pantalon.

Ya cuando despuntaba el alba los arboles empezaron a desaparecer y a ser sustituidos por campos, carreteras y despues casas.

Habían perdido el rastro de la chica.

"Da igual... da igual, vamos a por la siguiente." La voz de Angelo sorprendió a Jad.

-Mira quien se decide a dar señales de vida al fin.

"Callate" respondió la voz, huraña. "Ya la encontraremos. Entra en la siguiente casa y recuerda que primero tienen que dejarte entrar, tienes que parecer agotado. Como si llevaras andando toda la noche"

-Llevo andando toda la noche, y la anterior, y la anterior...

El demonio resopló. Se le acababa la paciencia.

El chico insinuó el comienzo de una disimulada sonrisa que desapareció casi al instante. Algo debía de haber pasado en la cabaña, algo de lo que el no era consciente, algo grave... que había dejado mella en esa presencia que rondaba por su cabeza. Lo notaba.

-¿Me vas a contar que pasa? -Preguntó en el camino que atravesaba el jardín hasta la puerta de la proxima casa.

"...Es posible, pero ahora no. Concentrate"

El jardín estaba muy cuidado. Todos los setos recortados y la hierva parecia incluso mullida. Había flores aqui y allá de varios colores y despues estaba la casa. Pequeña pero igual de cuidada que el jardin.

No había ni una luz... Pero debían de ser como las cinco de la mañana, era normal.

Llamó al timbre, una vez, dos... A la tercera no tubo que esperar ni medio segundo antes de que una mujer, de unos treinta y pocos, le abriera la puerta con cara de querer asesinarle.

-¿¡Te parecen horas de llamar a la puerta!? -Replicó la señora con un mal genio que llegó a molestar incluso a Angelo.

-Oiga baje la voz, hay gente durmiendo -Soltó Jad.

La señora se contuvo para no cerrarle la puerta en las narices. Forzó una sonrisa y preguntó en voz baja por qué la habia sacado de la cama.

-Solo quería saber si podía hacer una llamada, me perdí en el bosque y debía estar en casa hace horas. Mis padres me van a matar. -Explicó, poniendo su mejor vocecita de huerfano desvalido.

La mujer no se dejó amedrentar, pero la idea de presenciar en directo como le echaban la bronca del siglo al crio que la habia despertado a las cinco de la mañana resultaba demasiado tentadora.

-Vale, una llamada y te largas. ¿Bien?

-Perfecto

Entonces, el demonio sonrió olvidandose de lo que fuera que había pasado en la cabaña y se acomodó, listo para observar el trabajo de su pupilo. Esta vez ya estaba todo el trabajo echo.

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Siento el retraso! Los examenes finales me roban mucho tiempo... Pero aquí esta!
Espero que os guste el nuevo capitulo, me a costado bastante escribirlo pero aqui esta \0/
la semana que viene más
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