🔹 Cap. 4 🔹

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Una mes y medio.

Un mes y medio había pasado y no podía dejar de pensar en Hoseok, siempre se la pasaba así, claro, el mayor era una cosita perfectamente hecha, era maravilloso, su forma de hablar, reírse, de ser, todo el era encantador, simplemente era demasiado para su corazoncito, el cual latía cada vez más rápido cuando escuchaba o veía a su hyung.

Era muy difícil el tenerlo lejos o no tener contando cuando lo tenía cerca, porque Hoseok había empezado a recibir y devolver algunas de las acciones de Jungkook, como los coqueteos disimulados o abrazos y el agarre en sus manos cuando estaban cerca.

Y no podía estar alucinando o algo así, todos tus amigos notaron como se hacían más cercanos, y obviamente el también.

Sin dudas Hoseok era el ser más hermoso, en todo significado de la palabra, amable, inteligente, lo suficientemente maduro para su edad, divertido, irradiaba felicidad, era, y era bonito, muy bonito, pero desde que el mayor llegó al instituto con su cabello teñido de rojo, alborotado y bien cuidado acompañada de una gran sonrisa, se veía perfecto, era muy difícil quitar la vista del ahora pelirrojo.

Estaba perdidamente enamorado de su adorable y pequeño hyung.

Tanto para que lo que otras personas catalogaban como defectos, a él no le importáse y le encantara, también que le esté diciendo cosas demasiado cursis o alargando a su mayor para sentirse y que se sintiese bien.

Todo estaba bien, charlaron entre todos y estubieron bromeando en todo momento, hasta que Taehyung abrió la boca.

Hubo algo, un pequeño ataque de celos de parte suya cuando se enteró de que su hyung había salido con Kim, no lo hizo notar, pero no sé sentía lindo. Cuando salían de regreso a sus hogares lo había invitado a salir, ahí frente a una gran manada de alumnos en el patio que les miraban sorprendidos, porque prácticamente grito para que le prestará atención.

Y Hoseok se sonrojo, para luego mirarme, sonreír y mover la cabeza en un si tímido. Había aceptado.

Su sonrisa salio a la luz cuando sucedió, sus compañeros corearon entre ellos, no aparto la vista de Hoseok, el tampoco.

Lo había hecho.

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Estaba entrando en pánico.

No es como si fuera su primera cita, pero era la primera con Jungkook, el chico que lo estaba persiguiendo desde hace una semana, intentando hablar con el, pasar el rato, conocerse.

Claro, hablaban, la pasaban bien pero no era fácil.

Habían acordado que el chico guapo lo tendría que pasar a buscar a las 3:00 pero ya eran las 2:40 y el no sabía que hacer.

Había preparado su ropa horas antes, pero a la hora de ponérsela se le veía horrible, así que se la paso dentro del closet buscando y buscando algo que le quedará bien, algo bonito pero no elegante, sencillo pero no algo que usaría un domingo para pasarse todo el día haciendo nada.

Lo encontró.

Se puso la ropa que usaba cuando salía con Jimin para sentirse irresistibles frente a otros, unos jeans apretados negros, y una camiseta roja un poco al cuerpo. Y ¡Pum! Se miró al espejo y esa ropa si se le veía bien.

Se dirigió a la cocina, su hermana estaba intentando alcanzar el garrón de azúcar del mueble alto.

– ¿Que haces enana, vas a cocinar? –pregunto a la ves que le alcanzada el objeto.

°• All For You •°                              [JungHope]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora