De Inviernos y Flores

El viejo

Volví a mi niñez, y el hacía todo eso que me molestaba que me hiciera y dijera, "ella es mi hijita, mi pechocha" , pero esta vez en vez de enojarme yo con orgullo dije "y este es es mi papucho", le daba la mano y subíamos a un tren, me hablaba como cuando tenía 5 años, con mucha ternura, y me volví a sentir esa nena, feliz y protegida en los brazos de papá, pensando en que nadie me podía lastimar, ni hacer daño de ningún tipo, porque mi papá era grande y me llevaba de la mano y todo estaba bien.
Me contaba historias de cuando hacía boxeo, y mis recuerdos en el inconsciente empezaron a aparecer, me había olvidado de esas cosas, tenía miedo de olvidar su voz, pero ahí estaba tan fuerte y estridente (a los gritos) como siempre, y después se puso a hablar con la gente, con las personas que nos cruzábamos (don que me heredó, el don de no saber estar callado ), el contento por todo y les hablabas de tus hijos, de Andreita, de Cesar, de Claudio y de mi, como lo hacía siempre , y yo lo miraba, me había olvidado de esa sensación y fue tan cálido todo. Recordé su risa, sus ocurrencias, y está todo ahí, está todo presente, cada detalle que lo hacía él, parecía que me había olvidado lo feliz que era cuando lo veía y lo escuchaba reír, pero no, todo está ahí y fui tan feliz.

Por fin, por fin soñé con el.
Se lo pedí tanto al cielo, que lo dejen venir un ratito a visitarme, que lo dejen que me vuelva a dar un abrazo, un besito en la frente, o por lo menos cinco segundos para que pueda verlo, aunque sea un ratito.

Y por fin pasó, pero me desperté, en un mar de lágrimas, porque quería seguir soñando y la lluvia me despertó y me di cuenta que fue todo un sueño, y por un instante me enojé porque quería seguir con él un rato más , y al siguiente me di cuenta que mi papá está dentro mío, que todo eso que soñé fue una mezcla de recuerdos que pensé que había olvidado. Porque en algún momento fui así de chiquita, y hay 23 años y dos meses de muchos recuerdos juntos que están guardados y atesorados en mi corazón, y ruego a mi subconsciente que le pinte cada tanto por favor, volver a recordar así.