Capítulo 5

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No puede recordar exactamente qué sucedió el día en que dejó el departamento de Yoongi solo sabía que en su memoria se repetían constantemente las últimas palabras dichas por el peli rosa "No vuelvas más". No lo había hecho, no había ni siquiera pasado por el edificio donde el departamento se encontraba. Pero para ser sinceros, lo extrañaba. Y era raro, porque muy pocos momentos fueron los que compartieron pero cada uno de ellos fue simplemente inolvidable. Ahora volvía del hospital a su departamento y comía sobre la fría mesa sólo. Ahogándose en sus recuerdos con Yoongi cada vez que lo hacía.

Taehyung seguía igual de inmutable sobre la cama del hospital, rodeado de aparatos que le ayudaban a sobrevivir en este mundo y Hoseok sin falta, le iba a visitar. La semana pasada finalmente se permitió pintarle los cabellos a un azul llamativo, se veía hermoso. A Tae le encantaría si se viese. Solo que no podía hacerlo, no aún.

El frio empezaba a colarse por los cuerpos de la gente que intentaba bloquearlo abrigándose con capas y capas de ropa y Taehyung aún no despertaba. Si las cosas seguían iguales, seguramente Tae pasaría otro cumpleaños allí. No le gustaba la idea. El año pasado, todos sus amigos cercanos y familiares se reunieron alrededor de su cuerpo. La habitación fue decorada con globos y un pastel de Tata, el dibujo animado favorito de Tae el cual estaba a su lado, en la cómoda. Pero nada fue así de divertido, todo fue lágrimas y sollozos. Le cantaron la canción de cumpleaños tan deprimentemente que cualquier persona que pasara por la habitación era capaz de sentirse triste con solo escucharlos. No quería que volviera a pasar.

Esa noche se acostó tarde pensando en él, en lo feo que debía sentirse estar tan entumido sobre una cama y que al despertar pudieras notar como el tiempo había pasado. Aunque quizá no sentía dolor, esperaba que no.

El sonido de llamada en su teléfono lo devolvió a la realidad. Era muy tarde, casi la una de la mañana cuando lo escuchó sonar. Se levantó extrañado de la cama y lo tomó entre sus manos. En la pantalla de este se veía el nombre de "Sra. Jiho" la madre de Tae. Y se asustó pensando en que tal vez algo malo le había pasado a su novio.

– ¿Hola?

–Hoseok–Escuchó su nombre por la bocina–Hoseok, debes venir al hospital, es Taehyung. Él-

Hoseok ni siquiera fue capaz de seguir escuchando, dejó el teléfono sobre las sabanas mientras se ponía sus zapatos y buscaba su billetera. Estaba a punto de llorar, estaba tan asustado que sus manos temblaban cuando volvió a tomar el teléfono y lo acercó a su oído.

–Señora Jiho, ya voy en camino.

Colgó sin esperar a que la madre de su novio explicara más. Sabía desde el principio que una llamada a esas horas significaba peligro y al ver el nombre de su suegra en la pantalla a su mente llegó el rostro de Taehyung. Él no podía haberse ido, no aun. No podía haberse ido sin él. Esto no podía estar sucediendo.

El hospital estaba tan vivo como siempre. Los doctores y enfermeros caminaban de un lado a otro y los pacientes estaban por todo el lugar haciendo que el hospital se viese más caótico. Hoseok caminó a través de toda esa gente y llegó casi que corriendo a la habitación de Tae. Al entrar vio a la señora Jiho, de espaldas, obstaculizando la visión hacia la cama donde Taehyung se encontraba. Al lado de ella estaba el doctor de la primera vez, el anciano de monturas negras y desgastadas. Con él fue que hizo contacto y él mismo lo invitó a pasar con un ademan.

Hoseok entró a la habitación con pasos lentos y temblorosos, como si en vez del piso blanco y frio se tratase de una cuerda a través de un precipicio. Temía encontrarse con una desgracia, temía que las cosas que pensaba que sucedían en realidad estuviesen pasando. Sin embargo, se armó de valor para llegar hasta la cama de hospital.

Sus ojos de aguaron de inmediato, su respiración empezó a faltar y sus piernas empezaron a sentirse más como gelatina. La señora Jiho lloraba desconsolada mientras tomaba de la mano izquierda a su hijo y de vez en cuando se estiraba para acercarse a él y darle besos en la mejilla o en la coronilla. El doctor permanecía al lado de la señora Jiho con una cara serena aunque en sus ojos se viera la alegría.

Hoseok corrió hacia Taehyung y poco le importó que la madre de Tae estuviese en medio, como pudo se acercó a su novio y le abrazó, le abrazó tan fuerte temiendo que se escapara de sus brazos. Temiendo perderlo. Sus ojos seguían derramando largas lágrimas que llegaban hasta sus labios y su corazón brincaba dentro su pecho, lleno de alegría.

–Taehyung– Susurró su nombre sobre el pecho ajeno y pronto sintió como los cabellos eran rosados por sus labios.

–No llores, tontito. Ya estoy aquí.

Tú, Yo. Separados por coma Vhope/Sope ( 솝 )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora