Capitulo 4

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Alex regresó a su habitación a las nueve de la noche aproximadamente. La reunión había sido un éxito, todo se había solucionado y regresaba a su casa al dia siguiente, por fin vería a Mary y le daría una buena explicación.

No. No podía esperar hasta la mañana siguiente, la vistitaria esa misma noche. Miro fijamente a la ventana e hizo un movimiento de mano, la ventana se convirtió en un remolino azul turbulento, poco a poco se calmó hasta convertirse en un rectángulo de bruma. Tocó su anillo azul antes de traspasar la fina cortina de humo.

...

Mary llegó a su casa a las siete de la noche, había decidido regresar a la plaza y contarle a sus amigos lo que sucedía, regreso a la zona de comida rápida, pero cuando llego ellos no parecieron inmutarse, no dijeron ni le preguntaron nada, era como si se hubieran olvidado por completo de lo que había pasado. Era extraño e inexplicable pero al menos al fin no tendria que decir nada.

Había pasado el resto de la tarde con ellos y ahora regresaba a su casa, se sentía demasiado cansada, sin embargo no se durmió hasta las nueve de la noche. Durante esas dos horas estuvo sentada en su cama pensando en lo que había sucedido, con el sonido de la tele de fondo. Algo raro estaba pasando, y no raro normal, si no raro raro, el tipo de cosas que solo pasan en la películas. Se durmió con esos pensamientos en su mente.

...

Alex apareció justo en el borde del techo de la casa de Mary, camino suavemente por el tejado, tratando de no despertar a nadie. Camino hasta llegar al cuarto de servicio que estaba en el techo, se recargo en la pared de este y se sentó. Los que estaba a punto de hacer requería de mucha concentración y valor. Cerró los ojos con fuerza y se dejó llevar.

...

Mary tuvo un sueño: estaba de nuevo en el callejón donde Alex había desaparecido inexplicablemente esa misma tarde, pero algo cambió, antes de desaparecer en una bruma oscura Alex le hablo.

—Mary no tengo mucho tiempo, confia en mi, sube al tejado en cuanto despiertes, es importante— la última palabra fue casi un susurro antes de perderse por completo en la bruma.

Mary se despertó de golpe, para su sorpresa tenía lágrimas en los ojos, no recordaba que había estado soñando, pero seguro había sido algo  malo. De repente escucho un ruido arriba de ella, algo se había sobre el tejado. Miró su reloj de mesa, eran las doce de la noche. Sabía que era peligroso pero algo le dijo que debía subir al tejado.

Se levantó de su cama de un salto y se puso la bata de dormir que estaba en un perchero en la esquina de la habitación, tomó una lámpara de mano que estaba en su buró, también tomó una raqueta rosa de juguete, solo por si acaso, se metió al closet y subió las delgadas escaleras cuidadosamente.

Afuera el viento frío le golpeó la cara, el tiempo empezaba a mostrar los primeros vestigios del otoño. A primera vista pareciera que no había nada distinto, pero al acostumbrarse a la oscuridad vio una silueta delgada, recargargada en el pequeño cuarto de servicio, parecía que estaba inconsciente

Se acercó un poco a la silueta antes de de alumbrarla con la lámpara, lo primero que vio fueron sus zapatos, unos desgastados converse negros, después apunto hacia su pantalón, unos jeans azules,en cuanto al torso llevaban una extraña pieza de ropa, algo parecido a una combinación entre gabardina y túnica, de color negro. Sus brazos colgaban flácidos a  sus costados y sus dedos estaban rematados con anillos de todos los colores, Mary reconoció uno de esos anillos antes de alumbrar el rostro, los mechones de pelo castaño caían desordenadamente sobre su cara, sus ojos estaban cerrados, sin embargo su gesto no era relajado, sino más bien todo lo contrario, parecía extremadamente preocupado. Ese gesto alarmó a Mary aun más que el hecho en sí: Alex estaba desmayado en su tejado.

Alex abrió los ojos lentamente.

— Hola— saludo con toda  naturalidad.

— ¿Que demonios haces aquí?— Replicó Mary obviamente irritada.

— Es una larga historia... —Respondió con calma, el gesto de preocupación había desaparecido repentinamente.

— ¿Que te pasa? me dijiste que todo había terminado y ahora apareces en mi tejado en medio de la noche....

— Fue culpa de Diana— La interrumpió.

— ¿Que?—  Mary estaba notablemente confundida.

— Lo del mensaje fue culpa de Diana, originalmente iba decir: Mary, he decidido contarte algo importante, se acabo, no mas mentiras, te quiero, pero me des... me quede dormido antes de mandarlo y Diana lo cambio— Contestó encogiéndose de hombros.

— ¿Y por eso te fuiste toda una semana?— Mary aun seguia enojada.

— No... esa es otra historia, y el motivo por el que estoy hoy aquí.... toma asiento esto va tomar un rato...

Cronicas del fin del mundo 1: El despertar de la magia (editando) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora