Alex llegó a su casa y toco el timbre, escuchó algunos gritos, pero cuando su madre abrió la puerta la sala estaba en orden, Tremor estaba sentado pacíficamente en un sillón, como si estuviera viendo una película, pero su mirada era de furia.
— ¿Como te atreves a traer a tu novia en esta fecha tan importante— espeto Martha, su sonrisa había sido reemplazada por una mueca de furia pura.
— Es nuestro aniversario— contesto Alex tembloroso.
— ¿Y tenía que ser en 21? Sabes lo importante que es esa fecha.
— Lo..lo se... pero..
— Pero nada, mañana nos vamos a Grant.
— ¿Por qué?
— Tengo una reunión importante, no te quejes solo será una semana.
— ¡¿Una semana?!
— A tu cuarto ahora.
Alex subió las escaleras pisando fuerte, estaba furioso, ¿cómo se atrevía su mamá a arruinar su aniversario? y para empeorarlo se iban a Grant ¡una semana! tenía que arreglar las cosas con Mary, si no, no le sorprendería encontrarla con otro chico cuando regresara, alguien con menos problemas, alguien normal.
El aroma a madera de su habitación invadió sus fosas nasales, los viejos volúmenes forrados con cuero tapizaban las paredes, se recostó sobre su cama mullida. Abajo el ruido seguía, seguro su mamá estaba discutiendo acaloradamente con Tremor. ¿Porque tenía que llegar ese dia? Adoraba a su hermano pero su presencia sólo había empeorado la situación, se tapó la cara con las manos y tomo su celular, le enviará un texto a Mary, explicando lo que había pasado... un resumen de lo que había pasado, escribió varias veces sin encontrar las palabras correctas. Al final fue algo breve y rápido, estaba a punto de enviarlo cuando lo rodeó la oscuridad. "No de nuevo" fue lo último que pensó antes de perder la conciencia.
El mensaje quedó suspendido en la pantalla, hasta que alguien entro a la habitación.
...
Diana no solía entrar a la habitación de su hermano a menos que su mamá lo pidiera, y esta era una de esas ocasiones, saca esto y aquello, bla bla bla... no recordaba exactamente qué le había pedido, pero aun asi entro a buscar. Esa habitación era probablemente la más aburrida de toda la casa, con un rancio olor a madera y repleta de libros, era como una biblioteca pequeña y aburrida. Diana buscó entre los polvosos volúmenes hasta encontrar el indicado, sobre la cama de madera, Alex dormía profundamente. Diana estaba a punto de salir de la habitación cuando vio el celular, brillando como un tesoro en el fondo del mar, en la pantalla había un mensaje... un mensaje para Mary, tomó el celular y sonrió maliciosamente, lo dejo de nuevo en el buro, tarareando alegremente, su hermano le debía un favor: su mensaje se enviaría, hasta el viernes y un poquitin modificado, pero se enviaría....
Alex no se apareció ese día en la escuela, ni el siguiente, ni el siguiente... así fue toda la semana, los amigos de Mary le preguntaron cómo había estado la cita, ella solo contesto con un frío "bien", también había inventado que Alex y su familia se habían ido de viaje... en realidad no tenía la menor idea de que había pasado con el, Anna y Desmond se tragaron sus mentiras, ella no estaba lista para hablar de eso. Tal vez Alex regresaria la siguiente semana, la saludaria como siempre y todo se arreglaría, pero sabía que esos pensamientos eran vanos, eso no eran una pelicula, tendria que pasar por la parte dura.
Mary terminó su insípida malteada de fresa, había tenido gripa desde el día el mesiversario y nada le sabía bien, a su lado Anna y Desmond platicaban acaloradamente, era un fresco sábado, y los tres amigos estaban en un centro comercial en el centro de la ciudad.
—¿No has tenido noticias de Alex?— preguntó Anna repentinamente.
— Si ayer me envió un mensaje— contestó Mary secamente.
— ¿Y que decía?— Desmond hablo esta vez, había sido su amigo desde que tenía memoria, era un chico robusto de cabello negro, bastante amable y amigable.
— Solo mandó saludos— dijo Mary sorbiendo un último trago del vaso de plástico.
En realidad Alex no había enviado saludos, el viernes a las doce de la noche en punto su celular había vibrado como loco, despertandola, tres palabras resaltaban en la pantalla: Mary, se acabo. Solo eso, en ese momento Mary sintió que su mundo se derrumbaba, si se "habia acabado" asi nada mas, sin motivo aparente, significaba que nunca había existido algo, era un cobarde: solo los cobardes terminaban por mensaje. No sabia que era más grande si su furia o su decepción.
Anna y Desmond seguían platicando, bueno al menos alguien era feliz, era bastante obvio que se gustaban pero Anna insistia en que eran "solo amigos".
Mary se puso a observar a la gente de la plaza, el chico de las hamburguesas, la persona que compraba tacos, los jóvenes que platicaban cerca de un bote de basura. Uno de ellos tenía el cabello de un rubio pálido ojos verdes y una brillante sonrisa, el otro estaba de espaldas, de modo que sólo se veía su mata de cabello castaño despeinado, a Mary le sorprendió la cantidad de anillos que tenía en los dedos, de todas formas y colores, con símbolos extraños, incluso parecía que tuvieran movimiento, le llamó atención uno específico, uno de redondo color azul, con formas humeantes dentro, era igual que el collar que ella tenia, aun lo llevaba en el cuello, aunque que no recordaba habérselo puesto esa mañana, lo tocó, la piedra normalmente fría, se había vuelto tibia. El chico castaño también pareció notarlo, porque encogió un poco la mano. No había duda, era Alex.
— Alex— Mary no noto cuando gritó, Alex la volteo a ver, sus ojos dorados se cruzaron con los de ella por un momento, inmediatamente se echó a correr.
Mary se quedó inmóvil, sentía como si no pudiera moverse, primero el mensaje y luego eso, tal vez solo lo había imaginado y por eso todas las personas de la zona de comida rápida se la quedaron viendo, ella se levantó de la mesa y también se echó a correr.
Salió de la zona de comida rápida y busco a Alex con la mirada, juraba haberlo visto cuando desapareció entre la gente, caminó unos pasos hacia la dirección donde creyó que estaba cuando lo encontró justo en frente de ella, el bajo por las escaleras eléctricas y ella lo siguió.
Su persecución prosiguió por el estacionamiento hasta un par de cuadras fuera del centro comercial, hasta que ambos se vieron en una intersección, Alex cruzó la calle pero una combi pasó a toda velocidad evitando que lo siguiera; cuando la chica se sentó desconsolada en el frío piso de asfalto, no se dio cuenta de que había parado en un callejón hasta que un gato saltó a su lado, estaba recargada en un oloroso cubo de basura. Justo cuando se disponía a irse de ahi (no sabia a donde, si regresaba al mall sus amigos le harían muchas preguntas y tampoco prefería las preguntas de sus padres) Alex se materializó de la nada en el fondo del callejón, ella trató de acercarse cuando el desapareció en una bruma gris, tan pronto como había aparecido.
— Alex— volvió a decir, esta vez con añoranza y tristeza, tal vez se estaba volviendo loca.
Se levantó y se puso a caminar sin rumbo por la ciudad.
...
Alex seguía pensando en Mary, lo que había hecho era una tontería, no debía haberle seguido el juego, pero tenia que arreglar la cosas de algún modo, todo había sido culpa de Diana por haber modificado su mensaje. Estaba enojado con Diana por eso, estaba enojado con sus mama por irse de viaje una semana, estaba enojado con Tremor por haber llegado, pero sobre todo estaba enojado con el mismo. Se había dejado llevar y ahora tendría que contarle todo a Mary si quería una segunda oportunidad.
Miro por la ventana de su habitación en el hotel del Grant, pájaros de todos los colores volaban a través del aire fresco, abajo había un hermoso lago de aguas cristalinas. Le gustaría tanto que Mary estuviera con él en ese momento, escuchó unos pasos y la cabeza de su mamá asomo por la puerta.
—Alex, la reunión ya va a comenzar.
—Voy en un momento— respondió Alex.
La puerta se cerró, Alex tomó la voluminosa túnica azul de un perchero y se la puso, despues salio corriendo de la habitación, no sin antes tocar su anillo azul.
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Cronicas del fin del mundo 1: El despertar de la magia (editando)
Fantasy¿Puede el verdadero amor ser tambien tu perdicion? Mary y Alex parecen la pareja perfecta, ambos son felices y tienen toda una vida por delante, pero Alex esconde un secreto, un secreto que pondra el mundo de ambos de cabeza... Mary descubrira que...