Videollamada

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» Ven y dime al oído
   Que te has vestido hoy
   Pensando en desvestirte frente a mí «

Parecía a propósito. Era eso, o realmente el no verlo hace mucho y haber estado recurriendo a su mano en ese tiempo había empezado a causar estragos en él.

Mauro se había ido a Estados Unidos y estaba atrapado allá por el tema de la cuarentena y los problemas que había con los aviones, por lo que iba a volver bastante más tarde de lo planeado, y Ecko no sabía cuánto más podría aguantar sin tener al menor abajo suyo rogándole por más.

Pero Lit Killah no parecía afectado, al menos según él. Y no sabe en qué momento creyó que hacer un vivo junto a este por Instagram podría ser una buena idea, considerando la abstinencia por la que estaba pasando. Pero, en su defensa, había sido idea del platinado, y el nunca podía decirle que no.

Así que, allí estaba, en ese vivo, observando a Lit a través de la pantalla de su celular, igual que otras 15 mil personas. O al menos intentaba verlo, pues realmente no se veía demasiado bien, pero lo que veía solo le hacía desear estar allí con él. Parecía a propósito que cada tanto se quedara mirando la cámara, como si estuviera viéndolo fijamente, logrando hacerlo estremecer.

También pareció a propósito una broma que con la crema de afeitar, la cual se pasó por la cara, dejando mucho a la imaginación. Simplemente no era justo.

De repente vio un comentario del vivo: "¿Soy yo o Lit está seduciendo a Ecko? Ndeah".

¿Entonces no se lo estaba imaginando?

Y puso una excusa; dijo que su amigo estaba por jugar al Counter Strike y que iría con él. 

No le pasó desapercibida la decepción en los ojos del platinado ni el momento en el que le dijo "¿Te vas?", con ese tono que solo podía hacer que Matías pensara en un animalito que estaba por ser abandonado; y no quería dejarlo así, pero realmente no creía poder mantenerse presentable ante las 20 mil personas que veían el vivo si seguían hablando más tiempo.

Una vez el vivo terminó, hizo una videollamada con este vía Skype.

—¿No era que te ibas a jugar?

—Fue lo que dije, sí. —Lit rio del otro lado, y Ecko junto con él— ¿Sabías que tienen un ship con nosotros dos?

Vio la confusión del menor.

—¿En serio? —Matías asintió.

—Litcko. Una chica puso "Aguante el Litcko" —Mauro rio.

—Si supiera. —ambos rieron.

—Hubo otra que puso que parecía que estabas provocándome.

Ecko extrañaba eso; ver los pómulos sonrosados de Monzón a causa suya. Ciertamente no había pasado demasiado tiempo de ello, pero a él ese tiempo le pareció una eternidad.

—Creo que se confundió. —el otro se hizo el desentendido, incluso desvió la mirada de la llamada.

—¿Ah, sí? ¿Entonces no estabas provocándome? —enarcó una ceja, y observó como Mauro ocultaba un poco su rostro en la almohada.

Lo que Ecko habría dado por llegar a la habitación y encontrarse a Lit así; acostado boca abajo, en la cama, sonrojado.

—Porque si lo estabas haciendo funcionó. —agregó, finalmente.

Los ojos del menor se abrieron con sorpresa, y maldijo una y otra vez al mayor en su cabeza. Lit no lo había provocado, al menos no conscientemente, y ahora él estaba siendo el provocado, y estaba cayendo en picada.

—¿Ah, sí?

Fue lo que atinó a decir.

—Miralo vos mismo.

Y Lit terminó de caer, estrellándose fuertemente contra el pavimento en el momento que el otro enfocó con la cámara el aparente bulto entre sus pantalones, y encima de camino le mostró todo su torso desnudo.

La saliva se acumuló en su boca, era injusto haberse quedado atrapado en Estados Unidos y no poder pasar la maldita cuarentena con su novio.

Y bueno, no sé si es necesario aclarar que ahora eran dos con aquel problema entre los pantalones.

—¿Qué? ¿Te gustó lo que viste? —maldijo internamente a Spallatti, de nuevo. Había empezado a hablarle del modo que lo hacía cada vez que estaban por tener sexo, ese sexo que lo dejaba agotado y satisfecho por un buen tiempo, ese sexo rudo que tanto les gustaba a ambos.

Se relamió los labios.

—Pena que no pueda chupártela, ¿Cierto?

Fue el turno del más alto de maldecir internamente al otro; sabía como ser cruel.

—Pena que no pueda follarte hasta que olvides tu nombre, ¿No?

Ambos sabían que decir para provocar al otro. Y no pararían hasta que uno cediera.

Pero la abstinencia jugó en contra.

Pronto estaban ambos tocándose, observando las reacciones del otro a través del celular, jadeando sus nombres.

—Quiero verte bien, Lit...

Monzón maldijo internamente, utilizando la cabecera de la cama para apoyar contra esta el celular y que se lo viera arrodillado, sujetando entre sus dientes su remera, y utilizando una de sus manos para tocar su miembro tal como Ecko lo tocaba durante el sexo, mientras que la otra de sus manos se encontraba en su parte trasera, utilizando tres de sus dedos para penetrarse repetidamente, imaginando que era el ahora albino quien en realidad le penetraba.

-También... quiero... -dijo como pudo el menor, y casi al instante Spallatti hizo uso de su mano libre para alzar el teléfono, dejando que Monzón lo viera, sentado contra el respaldar de la cama, masturbándose y jadeando suavemente su nombre.

Era la primera vez que hacían algo así. Y era excitante, más de lo que cualquiera de los dos hubiera imaginado. Tal vez no era lo mismo que estar con el otro, pero era lo más cercano que tenían, y sin duda lo repetirían.


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N/A: Buenas! Solo vengo a aclarar que este one-shot está basado en el vivo que hicieron estos dos hace unos días. Y yo fui la loca que puso "Aguante el Litcko", esperando a ver como podían llegar a reaccionar si lo veían, cosa que no pasó, claramente jsjs. Pero aparte de ello, fue entonces que surgió esta idea.

En fin, espero que les haya gustado, no se olviden de follarse a la estrellita y dejar algún comentario, que me hacen súper bien mentalmente (?).

Ndeah.

Felices juegos del hambre.

Atte. Liam

Cuarentena [One-shots Litcko]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora