Somnofilia

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» El orgasmo es el gran comedor de palabras. Solo permite el gemido, el aullido, la expresión infrahumana, pero no la palabra. «

By: Valérie Tasso

Suspiró, buscando con la mirada su celular, y una vez que lo encontró se fijó en la hora: eran las 12 del mediodía, temprano considerando que se habían dormido como a las 5 a.m. y que solían despertarse a las 2 de la tarde.

Realmente, Lit tenía ganas de seguir durmiendo, abrazado a su pareja, pero se sentía demasiado despierto para ello. Se liberó del abrazo de Ecko y se levantó. Primero fue al baño y luego volvió a la habitación. Se iba a cambiar, pero al recordar que no podía salir, se quedó simplemente con la remera de su pareja y el bóxer.

Fue a la cocina, preparando dos cafés y unas tostadas, a las que le untó un poco de manteca. Inevitablemente llegó a su cabeza el freestyle que había hecho junto con Bhavi en el stream de Coscu, lo que le sacó una risa.

Negó para sí mismo y colocó lo que sería el desayuno en una pequeña bandeja, llevándola a la habitación y dejándola en la mesa de luz.

Estuvo por colocarse sobre el mayor y llenarlo de besos para despertarlo, como solía hacer cuando despertaba antes que el otro, pero no lo hizo, porque notó dos cosas: Matías tenía la respiración agitada y parecía suspirar como con satisfacción y segundo, la pequeña montaña entre las sabanas a la altura de la entrepierna contraria.

—Lit... —lo escuchó jadear.

Monzón se mordió el labio inferior, sonriendo. Se coló entre las piernas del mayor, bajo las sábanas, y deslizó el bóxer con cuidado, observando como la erección se alzaba, firme, y rozaba la manta, también pudo escuchar un suave gruñido del contrario.

Quitó las sabanas para poder ver las reacciones de Nacho. Era la primera vez que hacía esto, solo esperaba que Matías reaccionara bien.

"Claro que va a reaccionar bien", pensó casi con molestia, recordando al extremo que había llegado hace unos días para que le hiciera un pete, y si tanto le gustaban, entonces seguro sería su manera favorita de despertar.

"Pajero de mierda", pensó con resentimiento el platinado. Con solo ese recuerdo, ya estaba por echarse para atrás, pero decidió terminar con lo que había empezado.

Pasó suavemente su lengua por el largo, desde la base hasta la punta, deteniéndose a dejar un pequeño beso en la última. Repitió varias veces la acción, observando al mayor gruñir bajito y hacer muecas, incluso lo escuchaba murmurar su nombre.

Sonrió, dejando pequeños besitos por todo el largo, frotando su rostro contra su miembro como gato a la pierna de su dueño.

Volvió a dejar unas pequeñas lamidas antes de abrir la boca y dejar que la erección empezara a entrar. Daba pequeñas succiones y presionaba su lengua. Engulló la mitad y volvió a subir, bajando para engullir otro poco, y así constantemente, hasta tener toda la erección en su boca.

En ningún momento descuidó las reacciones ajenas.

Ecko se veía cada vez más agitado, y podía contener menos los jadeos y gruñidos, y Lit gozaba cada pequeña reacción, gozaba de escuchar su nombre salir de sus labios. Y sin duda, gozaba de que el otro no estuviera completamente enterado de lo que estaba pasando.

Poco a poco fue acelerando la velocidad, sintiendo su propio miembro crecer bajo su bóxer de solo imaginar cuando el otro se viniera, cuando se despertara y se enterara de lo que había pasado.

Así siguió, sintiendo el miembro llegar hasta su garganta. Contuvo las arcadas, permitiéndose inhalar el aroma ajeno al engullir todo.

Fue de ese modo que Matías se vino, soltando un sonoro jadeo, y Mauro tragó todo, aunque una pequeña gota escurrió entre sus labios.

Observó los ojos de Ecko abrirse poco a poco, y Lit se acomodó sobre su abdomen.

—¿Lit? —preguntó confundido el mayor.

—¿Si, cariño? —preguntó con diversión, observando como el otro miraba alrededor, como si estuviera buscando respuestas.

—Eh... —Miró entonces el desayuno— ¿Lo preparaste vos? —preguntó, mirando nuevamente al menor, recién notando la gota de semen cayendo por sus labios, pero entonces no lo reconoció como tal.

—Sip. Lo hice para los dos, pero vos come todo si querés, yo ya tomé un buen vaso de leche. —dijo, divertido, relamiéndose los labios y tragando esa pequeña gota de semen.

Spallatti se ruborizó al caer en cuenta de que su sueño no había sido solo un sueño.

Monzón pudo sentir algo duro contra su trasero, lo que le sacó una risa.

—Pero bueno, si insistís... —movió sus glúteos contra la erección ajena, sacándole un jadeo al otro— Puedo tomar otro poco más.

Por primera vez, Lit no era el tomate en la relación. 

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*Somnofilia:Atracción por acariciar y realizar sexo oral con una persona dormida hasta despertarla.

Cuarentena [One-shots Litcko]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora