El guardia le empuja dentro de la habitación con unos monitores a un lado, una puerta y una silla con correas manchada de sangre al igual que el suelo. Había otro guarida dentro también.
_ ¿Necesitas ayuda con este?
_ No, yo me encargo.
_ Bien.
El primero se va y cierra la puerta, acercándose a los monitores y otra voz de un guardia le pregunta algo.
_ Sí, necesitaré un poco de intimidad para esto. No querréis ver lo que le haré... _ Las cámaras de las paredes se desactivaron. Se giró hacia Gordon y él se sintió intimidado. _ Cálmate _ se quitó la máscara dejando que el cabello negro azabache y revuelto estuviese libre. Sus ojos azules claros hicieron que Gordon le entrara un escalofrío. El guiardia sonrió _ Cuánto tiempo _ Se rió _ sobre esa cerveza que te debía... creo que tendremos que dejarlo para otro momento _ Gordon no reaccionaba _ ...S--soy yo. Barney, Barney Calhoun...
A Gordon le dio un leve espasmo y empezó a llorar en silencio. Se abalanzó sobre él, abrazandole, haciendo que Barney se quedase algo confuso por aquel comportamiento repentino.
_ ¡Lo siento! ¡Lo siento mucho!
_ ¿Q--Qué pasa?
_ No pude salvarlas...
_ ¿A quién...?
_ ¡A Emily... ni a Susan...!
Barney le puso una mano en la espalda aceptando su abrazo.
_ Eso fue hace mucho tiempo... me lo imaginé cuando vi como Black Mesa saltaba por los aires...
Barney le apartó y le agarró de los hombros mientras Gordon se limpiaba las lagrimas.
_ Explicate...
_ De eso hace... unos veinte años...
_ ¿¡Veinte!? ¡Pe-Pero...! ¡Estaba en el tren con G-Man...! Y de repente... estaba en el otro tren...
_ No te entiendo, no sé de que hablas... pero no tenemos mucho tienpo. Sospecharán si tardamos demasiado, ya habrá más momentos para hablar.
Barney se giró y empezó a teclear en el panel. Una imagen de un científico sin pelo y con unas enormes gafas apareció.
_ Si, Barney, ¿Qué sucede? Estoy en la prueba decisiva.
_ Perdona pero... mira quién ha aparecido.
Gordon se acercó a la imagen.
_ ¡Oh Dios mio! ¿¡Gordon Freeman!? ...Pensaba que me avisarían...
_ Sí, y yo tambien, esas cosas son muy... "calladas"
_ Bueno... ¿Qué hacemos?
_ ¡Aún lo estoy pensado! ¿Vale? Ha sido todo muy de repente... ha aparecido de la nada.
_ Alyx está por ahí... en algún lugar. Esa chica no puede pararse quieta... tenemos que traerle, Señor Feeman.
_ ¿Y cómo hago eso? _ Preguntó Gordon. _
¿Cómo voy a saber quién es?_ Bueno... ella te conoce. Mientras no te acerques a los controles no debería pasar nada malo. _ Miró a un reloj y luego a la imagen _ Mira, tengo que cortar. Nos arriesgamos demasiado. La Alianza lo tiene todo controlado.
_ De acuerdo.
_ Intentaré explicarle un poco la situación a Freeman. _ contestó Barney.
_ Muy bien... Gordon... me alegro de verle.
_ Igualmente.
La imagen se apagó junto al monitor.
_ No tienes ni idea de quién es...
_ Ni idea... sólo intento ser educado.
_ Ya... Vale, Gordon. Tendrás que ir tú sólo al laboratorio del Docotor Kleiner _ Escucharon como golpeaban la puerta repetidas veces. _ Joder, han sido más rápidos... _ corrió a la puerta trasera y la abrió con una tarjeta _ No tengo ningún arma para ti pero he oído que eres muy bueno con las peleas. Sal de aquí antes de que me descubran. Ten cuidado.
Gordon subió unas escaleras y saltó por una ventana de un segundo piso. Escuchó como la puerta se rompía y entraban los guardias. Gordon se metió en otro edifico y subió unas escaleras apareciendo en otra parte de la estación. Al ver a un guardia de la Alienza decidió actuar de forma normal. Cuando se acercó para continuar su camino este tiró una lata al suelo.
_ Recógela.
Gordon, algo despistado, tardó unos segundos en reaccionar. Algo que al guardia no le hizo ninguna gracia.
_ ¡Desobediencia a las autoridades! _ Sacó la porra y le golpeó en la parte trasera de la rodilla cayendo al suelo _ ¡Recoja la lata! _ Repitió con tono amenazador.
_ No me sale de los huevos...
El guardia iba a atacarle de nuevo cuando Gordon cogió la porra empezando a electrocutarse, pero no le importó. Le pateó un lado de la pierna haciendo que la rodilla se doblase en sentido contrario y saltó sobre él, le agarró por la cabeza y con un movimiento seco le rompió el cuello lanzándolo contra una de las paredes.
Gordon miró a todos lados preocupado, pero nadie había visto nada y empezó a correr saliendo de la estación. El guardia se cogió la cabeza y la movió bruscamente con un chasquido y lo mismo hizo con la rodilla.
_ Sospechoso de violencia contra la autoridad. Número de confirmación: 001.
Al salir vio una ciudad con una enorme torre a lo lejos. La gente caminaba cabizbaja y los guardias abusaban del primero que se les cruzaba. Gordon se fijó en que las pantallas con aquel hombre estaban por todas partes.
_ Ahora os leeré una carta de uno de nuestros ciudadanos. _ Gordon se sentía atraído hacia un callejón a su derecha _ "Querría saber porqué la Alianza nos prohíbe proquear. Si pudiera responderme se lo agradecería mucho" _ carraspeó a la vez que Gordon se adentraba más y más en el callejón _ Es muy simple, la Alianza tiene sus motivos. La radiación de los portales...
_ ¿Portales? _ Gordon se detuvo, prestando atención.
_ ...Hace que la siguiente generación quede intoxicada y finalmente muera. Pero no se preocupen. Los niños, hasta cierta edad, son vulnerables a la radiación y mientras están almacenados en un lugar seguro.
_ Eso es horrible... _ siguió adelante y vio un parque infantil oxidado y apunto de derrumbarse. Vio a varios guardias delante de una puerta y escuchó una conversación.
_ Que típico... empiezan por un piso...
_ Luego pasan al edificio entero.
_ Y luego a la manzana... a este paso moriremos todos... sin hijos... y con ese monstruos matando a todo el que se le antoja.
Gordon se acercó a ellos.
_ Perdonad... ¿Me podeis explicar que sucede...? Es que... ¿soy nuevo...?
_ Lo siento... no podemos hablar con nadie...
_ Pe-pero...
_ Largate.
Gordon empezó a caminar evitando a los guardián.
_ Esta vez... lo de hacerse el nuevo no ha funcionado, ni lo de ser tímido tampoco...
Entró por un edifico en busca de ayuda sin lograr nada. Vio a unos guardias golpeado una puerta.
_ ¿Es aquí?
_ Sí, este es el que escribió la carta.
Abrieron la puerta de una patada y entraron todos y se empezaron a escuchar golpes.