Todo estaba oscuro, se escuchaba el traqueteo de un tren de fondo. La imagen de aquel hombre se mezclaban con otras que Gordon no conocía, que nunca había visto. Muchos portales abriéndose liberando los monstruos que mataban a la gente. Luego de unos seres humanoides matando a los monstruos, ciudades, Empresas, frascos blancos transportados de un lado a otro...
Aquella voz gastada y forzada empezaba a sonar.
_ Manos a la obra Freeman... manos a la obra. No quiero decir que te hayas dormido... "en los laureles" _ una imagen del Espectrómetro de Antimateria apareció de fondo, estállando _ No quiero recordarle que si no se da prisa... todos los esfuerzos realizados hasta ahora no servirían de nada... bueno... digamos que, otra vez, ha llegado tu hora... _ mantuvo una muy larga pausa _ El hombre adecuado, en el sitio equivocado... puede cambiar el rumbo de la historia... y no ha podido cambiar más drásticamente que ahora... mi mundo... _ la imagen se volvía más borrosa mientras otra, de un vagón de tres, se superponía convirtiéndose en la realidad _ Despierta, Freeman... despierta... y mira a tu alrededor...
Gordon se despertó en un vagón de tren, este estaba algo sucio y había sólo dos personas más con él. Las dos llevaban un mono azul oscuro con un número en el pecho. Gordon se tocó la cabeza confuso y desorientado, además de dolorido.
_ ¿Dónde... estoy...?
Una de las personas se le acerca levemente.
_ ¿Está bien?
_ Sí... sólo... un poco mareado...
El hombre que le miraba, lo hacía de forma extrañada y algo confusa. Con voz tersa, soltó:
_ No le he visto subir al tren.
_ ¿Qué...? Em... _ se fijó en que los dos llevaban una maleta negra a diferencia de él. _ Oh, mire... ya hemos llegado. _ Soltó Gordon al no saber que decir en realidad.
_ Bueno... fin del trayecto...
Se abrió la puerta haciendo un chirrido. Al salir vio la estación muy deteriorada y con algunos pasillos de vallas metálicas de reja.
Al salir Gordon, una especie de cámara voladora con forma robótica le perseguía y sacó una foto cegándole temporalmente.
_ Mierda... _ se limitó a soltar, fastidiado.
_ Sujeto... desconocido... _ Dijo la cámara volando lejos de allí.
Una enorme pantalla se proyectó una imagen de un hombre de pelo y barba blanca con una piel muy pálida y ojos claros.
_ ¡Bienvenidos! ¡Bienvenidos a Ciudad-17! _ Gordon empezó a caminar algo confuso _ Habéis elegido u os han elegido para--
En la cabeza de Freeman la voz de aquel hombre desapareció aunque seguía hablando, la confusión de la situación hacía imposible para él prestar alguna atención a nada.
Una mujer se preocupa mirando al tren y se acerca a Gordon.
_ ¿Estabais sólo vosotros en ese tres?
_ Em... si... ¿Por qué?
_ No preguntes... es mejor no preguntar... nunca.
Una persona vestida con un traje parecida de unas fuerzas especiales y unas máscaras de gas se acerca y con una voz muy grave, amenanzando con una porra, dice:
_ Sigue caminando.
La mujer se va caminando a toda prisa, asustada. El guardia empuja a Freeman para que continue caminando, en un momento ve como uno de los guardias empujaba a un hombre contra unas maletas abusando de su poder.
_ Último aviso; largate.
_ Vale, ya me voy. ¡Jo! _ Dijo con la misma voz que el primer guardia.
Gordon atraviesó una puerta rotatoria de metal, pasa una especie de cafetería enorme y a lo lejos escucha a una mujer susurrando una y otra vez.
_ Ellos va... pero no vuelven... Si sales... nunca vuelven y entran de nuevo... nunca vuelven... nunca...
Gordon prestó atención al hombre de la pantalla.
_ Por último... os vuelvo a dar la bienvenida a Ciudad-17... un lugar seguro...
_ ¿Seguro...? _ se preguntó _ ¿De qué?
Gordon fue obligado a caminar por unos pasillos de valla. Vio como uno de los guardias cogen a un hombre por la parte trasera del cuello.
_ Ven conmigo.
_ ¿A dónde me llevan?
_ ¡Entra aquí!
_ ¿Yo?
_ ¡Muévete!
Gordon llegó junto a uno de los guardias.
_ Disculpe...
_ ¡Sigue andando!
_ Pe--pero...
El guardia movió la porra y empezaron a salir chispas y le golpeó en el estomago haciendo que cayera al suelo.
_ Sigue andando.
Gordon estaba furioso, miró a su alrededor y había varios guardias. Sin armas no podría luchas debidamente. Se levantó costosamente y siguió caminando por el único lugar con puertas abiertas. Llegó a una pequeña sala con dos paredes de valla. Junto antes de que pudiera continuar la puertas se cerraron y una cámara empezó a sacarle fotos descontroladamente.
_ Quieto. _ le ordenó un guardia.
Gordon estaba confuso, una puerta en una de las paredes de piedra se abrió y salió otro guardia y le señaló.
_ Tú, ciudadano, ven conmigo.
Gordon, algo confuso, le empezó a seguir a través del pasillo con algo de miedo. Por el pasillo escuchó una voz.
_ D-debe tratarse de un error. Tengo la tarjeta de traslado normal, como todo el mundo.
El guarida se paró en la última puerta y la abrió. De esta salió un horrible olor que le dieron nauseas.
_ Entra.