Gordon siguió caminado por los edificios siendo acosado constantemente por los zombis y los cangrejos negros.
Al llegar a una habitación de un edificio, un disparo le roza en traje abollandolo levemente.
_ ¡Ah, eres tú hijo! Perdoname. No te ha pasado nada ¿No?
_ No, no se preocupe. Estoy bien, recuerde que yo soy el hombre con el traje con una gran lambda en el pecho brillante de color naranja.
El hombre se rió de nuevo. Gordon siguió por los tejados usando coches como armas. Al llegar a un edificio cercando en donde estaba ese hombre, le escuchó hablar solo.
_ Me da igual que me tomen por loco, porque tú eres mi guía. - Estaba rezando. - Mi fuerza y mi salvador.
Gordon siguió caminando algo preocupado y vio unas camillas con zombis muertos.
_ Intentaban slavarlos...
Salió del edificio y los aullido sonaban mucho más fuerte. Un zombi muy rápido y sin piel corrió hacia Gordon y se abalanzó sobre él, tirandolo al suelo.
Él le incrustó la palanca en la cabeza matándolo y siguió su camino.
_ Estos son mucho más rápido...
Subió a la azotea y vio al hombre en el otro edificio.
_ ¡Aquí! ¡Acércate! Esto si que es un infierno. Je, je... siento que eres un hombre de buen corazón...
_ ¿Qué lo siente?
-Como tú quedan pocos... quizás sepas a que me refiero... a dos...
_ ¿C-Cómo lo sabe?
_ Es una larga historia. - Escucharon mucho ruido y gemidos lejanos. - Se acercan... nos encontraremos en la iglesia.
_ De acuerdo...
Gordon saltó de la cornisa huyendo de allí, escuchando como los aullidos se acercaban. Se quedó en el tejado de la iglesia siendo rodeado por los zombis. Los cuerpos de estos de amontonaban alrededor mientras disparaba a todo el que se movía. Saltó a una vaya cercana y se bajó junto al hombre.
_ Supongo que no tienes la intención de quedarte aquí. Vamos a las minas.
_ Espere... dígame cómo sabe lo que soy.
El hombre suspiró.
_ Porque conocí a un hombre que, al parecer, te conoce muy bien. Un hombre mayor.
_ Ya sé a quien se refiere... - Gordon se cruzó de brazos de una forma parecida como si tuviera frío. - Quiero verlo... pero no sé donde está...
_ Sigue en la misma casa... en la playa... se alegrará mucho de verte.
_ Ya me vio, esta mañana... pero desaparecí antes de que pudiera decirle nada... estoy tan cansado de luchar... tengo tanto sueño...
_ Él tenía razón... ¿No ves lo que haces?
_ ¿El qué?
-Una persona no puede soportar el sueño a excepción del hambre y la sed. Pero tú no eres así, das superado toda barrera humana por tu propósito, por lo que está bien.
_ Si usted lo cree... vayamos a esas minas de las que hablar... no quiero quedarme aquí más tiempo...
_ Entonces sígueme.
Los dos empezar a correr a través de un campo y un pequeño cañón, siendo acosados por más zombies rápidos.
Al llegar a un cementerio los zombis salieron de las tumbas ya con los cangrejos en la cabeza. El hombre se quedó atrás mientras Gordon continuó por otros edificio.