-J-joder.Un murmuro, que sonaba más a un quejido, resonaba por la habitación. Estaba obscuro y frío.
Muy, pero, muy frío.
Las muñecas y tobillos de SeokJin estaban encadenados, por no decir que parecía una mascota con un collar de cuero ajustado que parecía ceñirle la piel con brusquedad, Jin sollozó con fuerza.
-S-soy un idiota..- sus palabras eran débiles, sus labios que una vez eran suaves, ahora, estaban resecos y partidos.
¿Cómo se permitió todo esto? ¿Acaso esto haría que Tae le demostrará que lo amaba?
No, el lo hirió, lo ignoró y ahora estaba pagando las consecuencias de sus actos. Actos muy estúpidos que lo condenarían a una horrible muerte. ¿TaeHyung lo salvaría? ¿La policía lo encontraría? No, por supuesto que no, iba a morir, era más, quizás ni siquiera estaban enterados que había desaparecido sin dejar rastro alguno, él no valía nada, absolutamente nada.
Su mente de recordó sus últimos momentos antes de quedar inconsciente y despertar aquí, en un extraño cuarto, casi desnudo, lo único que cubría su cuerpo era una bata vieja y maltratada que le llegaba por abajo de las rodilla.
Los recuerdos eran algo borrosos, sólo recordaba a Jeon empujándolo a una de las habitaciones del bar, alguna que otra caricia indebida y un susurro que le heló la piel por completo:
"A dormir, Hyung."
Y un pinchazo en la pierna, uno doloroso y agonizante.
Un grito de dolor escapó de los labios del pelimorado, sus piernas y sus brazos estaban llenos de moretones que adornaban su cremosa piel. Su cuerpo dolía como la mierda y ni siquiera podía levantarse.
-D-debi escucharte, TaeHyungie, debí escucharte, y-yo...-los sollozos de Kim resonaban en la habitación, lo único que pensaba era en TaeHyung. Sus ojos azules eran un mar reconfortante y cálido, en el cual Jin se quería hundir y jamás salir, lo necesitaba, necesitaba oír su voz y protegerse en sus brazos. -E-extraño tu sonrisita cuadrada, tan radiante y linda..- Susurró con suavidad mientras su voz se quebraba antes de soltar otro sollozo acompañados de lágrimas que salían de sus ojos y amenazaban con caer al suelo de piedra lisa.
Un sonido metálico se oyó en la habitación, la puerta de metal se abrió, de ahí, apareció un chico.
Era alto, de complexión algo delgada pero fuerte, vestía un traje negro sencillo, con una camisa de cuello, al parecer se había dejado los primeros botones desabrochados, lo cual, le daba una apariencia desordenada y juvenil.
Lo que más resaltaba del chico era su cabello rojizo y sus imponentes ojos verdosos, de un tono obscuro, casi llegando al café.
-¡A-alejate de mi! ¡No me toques! - Gritó Jin con furia mezclada en miedo, tratando de apartarse, quedando pegado a la pared, dura y fría.
-Relajate, SeokJin, no te haré nada ¿si?- Jin abrió los ojos, mostraban sorpresa y decepción.
De todas las personas que el se esperaba, era nada más y nada menos que el causante de las heridas de TaeHyung.
-H-HoSeok, tu, no puede ser ¿Este es tu trabajo? ¿Q-qué mierda haces aquí?
-Quisiera responderte.- la voz de Jung mostraba nostalgia. -Quisiera hacerlo pero, no puedo.
-TaeHyung decayó demasiado por tu "traición", Jung.- Suspiró Jin. -Se siente culpable por eso.
HoSeok desvió la mirada con tristeza, sus manos se encontraban ocupadas, tenia una charola con comida humeante, recién hecha. Pasta, vegetales al vapor y pollo frito, algunas cosas que Jin preparaba en casa.

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Secretos Y Pecados.
Fiksi Penggemar--"Manoban, Park, avisen a nuestros agentes y refuerzos se preparen." --"Si, Oficial Kim." --"Que la captura de la Mansión Kim y Park, comience." SeokJin ha sido secuestrado por el grupo y mafia más temido en Corea del Sur. Min YoonGi y Kim TaeHyung...