Una sábado en la noche, sin deberes que realizar, con todas las cosas ya echas, sin buenas películas para ver, esto pintaba un día aburrido para China. Hace unos minutos estuvo caminando al departamento que compartía con su novio y la lista de compras que le había dado ya estaba echa.
────Perú, amor, ya llegue... ¿que tienes puesto?.──── China miro extrañado y con una cara de sorpresa mal disimulada, casi se le caían las compras de la impresión.
────Es un cosplay de pikachu, me lo dio Japón, ¿no es bonito?, al principio creí que era un cuy amarillo.──── dijo con simpleza el bicolor, le gusto el disfraz, lo único malo era la dificultad que tenía para hacer la cena, como ahora que no podía picar las verduras.
────¿Necesitas ayuda?.──── al percatarse de la dificultad que tenía su pareja cocinando con ese extraño traje le ofreció su ayuda, aunque le daría una mano aunque se negase.
────No, tu date un baño si quieres, en un rato terminare de cocinar.──── hablo con algo de dificultad ya que toda su atención estaba en no cortarse picando unas verduras con las que estuvo batallando ya un buen rato.
────Siéntate amor, yo cocinare.──── China quito con maestría el cuchillo con el que hace unos minutos estuvo batallando Perú, para luego cargarlo a la silla más cercana.
────Estas cansado, yo puedo con esto, si cocine para seis personas sobrado lo consigo.──── trato de pararse pero la mano en su hombro se lo impidió, miro a China buscando una explicación, pero a cambio obtuvo una sonrisa, sonrisa que amaba.
────Tu también estas cansado, sé que limpiaste todo, déjame consentirte un poco, amor.──── ya no supo que objetar, se sentó mientras China comenzaba a cocinar. Una sopa que consistía en: carne, choclo, palitos de cangrejo, harina y huevos frescos.
────¿No te gusta como cocino?.
────No, yo también tengo manos, puedo cocinar.
────Iba a preparar algo ligero, ya sabes no tenemos que empacharnos en la noche.
────Te preparare una sopa que me hacia mi madre, ¿quieres té?.
────Yo lo preparare, recuerda, tengo manos.──── se quito las manos de peluche para poner a hervir el agua, giro la mirada para notar como China se desemvolvia en la cocina, le recordó a la primera vez que cocino para él, sin duda China era un buen cocinero.
Dejo de lado sus pensamientos para recordar lo que tenía guardado, con rapidez se dirigió a la recamara que compartían, saco otro de esos trajesitos que le había dado Japón,
────Si no se lo pone lo amarro a la cama y se lo pongo yo mismo.──── regreso con la misma rapidez, China estaba de espaldas preparando el té, al parecer solo faltaba que la cocina hiciera el resto del trabajo. Se quedo embobado viendo su amplia espalda, sus brazos fuertes y su cabello largo recogido en una coleta baja, todo un dios griego si me lo preguntas.
────Chinita... ¿puedo pedirte un favor?.──── uso un tono de voz bajo pero emocionado, se acerco para abrazarle la espalda.
────¿Sí, amor?.
────¿Que prefieres, un disfraz o que te amarre a la cama?.──── China volteo la cabeza sonrojado, no espero que su inocente novio digiera algo como eso, si ya lo habían echo una vez no creyó que.... Dios.
────¿Con que te gustaría empezar, amor?.──── giro para poder abrazar la cintura del bicolor, sus manos quitaron la molesta cabeza de pikachu pero sus ojos se posaron en el disfraz que tenía Perú en manos.
────Entonces ponte esto, es charmander, te veras muy guapo con el.──── la risa de China no tardo en sonar, abrazo con mas fuerza a su novio, casi cargándolo, ¿por que creyó que esa noche sería aburrida?, con Perú era imposible aburrirse.
────Apaga la cocina en unos minutos, me pondré esto rápidamente, amor.──── deposito un suave beso en los labios contrarios para luego tomar el disfraz.
────Bueno cuerdita, te guardare para la próxima.
Cuando China salio del cuarto tenía el disfraz del pokemon favorito del bicolor, se sorprendió un poco al encontrar la comida en su habitación con la tele encendida, la comida y el té servidas, volvió a sonreír.
────¡Vamos siéntate!, ya todo esta listo para cenar.
Sin duda nunca se aburriría si Perú estaba a su lado.
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¡Revivi!
Wen, mire pokemon en la tarde y ¡pum! la inspiración
