────Hola bonita ¿cómo te llamas? ────la asiática miro con curiosidad a la azabache, era consiente que llamaría un poco la atención por su tamaño, pero, ¿también de otras mujeres? bueno no es como si no le tirase a ese bando.
────China, un gusto...────hablo tranquilamente al ver que la otra no parecía mala, se veía linda y simpática, justamente su tipo, solo faltaba que fuese graciosa y soltera, sería la mujer perfecta para ella.
────Perú ¿qué hace una chica tan bonita solita? también te dejaron plantada. ──── rió levemente antes de negar, miro un poco el atuendo de la más bajita, falda larga, suéter suelto, cabello echo dos trencitas a cada lado, adorable.
────No me dejaron plantada, quería divertirme un poco bebiendo. ────dijo sinceramente, miro su vaso lleno de licor, lo bebió de un solo trago, era algo amargo, pero no quería quedar mal ante una posible amiga.
────Yo vine a hueviar un rato, aprovechando que mi amiga está ocupada con su rusa. ────se atraganto un poco antes de mirar fijamente los ojos dorados contrarios────Es leca, mira. ────y como si fueran amigas de toda la vida mostró una foto de su amiga argentina junto a su novia rusa, se veían lindas juntas, fue el primer pensamiento de China.
──── ¿Tú también lo eres? ────se arrepintió un poco de preguntar aquello al ver como la bicolor se quedaba callada, la risa que soltó a rato le indico que no la había jodido.
────Claro, no por nada trato de coquetearte ¿quieres bailar chinita? ────ofreció su mano a la mayor, le gusto esa iniciativa así que ¿por qué no? seria lindo bailar un rato.
────Claro.
Que se haga lo que el destino quiera.
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