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EPISODIO TRAUMÁTICO || 7

[POV'S TSUBASA]

─¡Amigooooos!─ abrazo a Wakabayashi, y después a Ishizaki y Urabe─¡Cuánto tiempo!

─Lo mismo digo, Tsubasa─ dice Wakabayashi─. Han pasado seis meses desde la última vez que nos vimos.

─Es verdad─ dice Ishizaki─. Después de que ustedes dos se fueron juntos, una mujer me adoptó, y resulta que vivo a tres cuadras de la casa de Urabe, entonces jugamos juntos todos los días.

─Tiene razón. Pensé que iba a estar solo, pero mi mejor amigo llegó para salvarme de ser antisocial─ rodea los hombros de Ishizaki con su brazo.

─Y yo vivo a dos cuadras de esta tienda─ nos dice Wakabayashi─, por lo tanto, todos vivimos cerca.

─¡Qué bien! Podríamos juntarnos y hacer algo─ propongo.

─Por supuesto─ dice Ishizaki.

─Por cierto, Wakabayashi, felicidades por volver con tus padres─ Misaki lo felicita.

─Gracias. Honestamente fue algo que no esperaba. Pensé que me habían olvidado o que no me querían, pero me dijeron que estaban muy ocupados en el exterior con el tema de que se había armado un bombardeo en el lugar en donde estaban, y por eso no pudieron regresar antes. No saben lo feliz que me hizo esto, amigos─ sonríe.

─Y a nosotros nos alegra que todos ustedes sean felices─ digo.

─Tsubasa, no olvides que tenemos que llevarle leche a Yoshiko─ me recuerda Misaki.

─¿Yoshiko?

─Es mi hermanita. No me refería a Fujisawa─ se rasca la nuca.

─Ah, yo pensé: "¿QUÉEEE?"─ nos reímos por las palabras de Ishizaki.

Los cinco tomamos lo que vinimos a comprar y fuimos a la caja a pagar. Regresamos a nuestras casas, no antes acordar que los cinco volveremos al orfanato a visitar a los demás niños.

[POV'S MISAKI]

Llegamos al orfanato, donde Kirika les dio un enorme abrazo a Genzo, Urabe e Ishizaki. Les presentamos a los demás niños. A Urabe le cayeron muy bien los gemelos, a Ishizaki, Nakanishi y Sano, y a Wakabayashi, Soda y Schneider, pero en general se hicieron amigos de todos.

Jugamos a las traes por un buen rato hasta que nos cansamos. Realmente se siente muy bien estar en este lugar, donde viví la mitad de mi vida. Recibí comida, abrigo y el amor de todos mis "hermanos"; era la vida perfecta, pero con Tsubasa, mamá, mi padrastro y Yoshiko, la vida también es bella. No podría elegir una vida entre estas dos como mi favorita. Ambas han sido lindas.

─Hoy fue un día muy divertido─ dice Masao.

─Sí, es más divertido cuando viene más gente─ añade Maki.

─Pues con gusto vendremos todos los días, excepto si llueve mucho─ digo.

─¿Y sus familias saben que ustedes vienen aquí?─ nos pregunta Nakanishi.

─Amm...No─ responde Tsubasa con una sonrisa inocente─. Le decimos que vamos a dar un paseo por la ciudad.

─Yo sí le dije a mamá─ nos dice Genzo.

─Nosotros también─ dicen Ryo y Urabe.

─Al menos ustedes sí son de avisarle a sus madres─ habla Schneider, cruzado de brazos, apoyado en el árbol. Me hace acordar a Wakashimazu, jeje─. Tsubasa y Misaki son mentirosos.

─No lo somos, Karl, es que... Ja, en realidad no perdemos nada diciéndole. Conociéndola nos va a dejar.

Karl se pega la frente con su mano.

─Facepalm─ dice Maki.

─Oigan, está atardeciendo, tendremos que irnos─ digo.

─Es verdad. Bueno, nos vemos mañana, amigos─ dice Tsubasa, levantándose.

─¡Nos vemos, amigos!

[POV'S TSUBASA]

Ya en la ciudad, Misaki y yo estamos caminando hacia casa, hasta que nos topamos con una niña de unos siete años más o menos.

─Ho-hola, pequeña─ dice Misaki agachándose a su altura─. ¿Qué sucede?

─Estoy buscando a mi hermana─ nos dice con algo de preocupación en su rostro.

─¿Quieres que te ayudemos a buscarla?

─Sí, por favor.

─¿Cómo te llamas?─ le pregunto.

─Junko.

─Dime, Junko, ¿dónde la viste por última vez?

─En la plaza.

─No te preocupes. La encontraremos─ Misaki le acaricia su cabello.

─¡Muchas gracias!

Estuvimos alrededor de diez minutos buscándola, pero no tuvimos éxito. Cuando nos dimos cuenta de que Junko desapareció.

─¡TSUBASA, JUNKO NO ESTÁ!

─¡JUNKO! ¡¿DÓNDE ESTÁS?!

Buscamos en la plaza. Nada. Regresamos a la ciudad y la buscamos ahí. Nada.

Entonces escucho que Misaki, con una cara de shock terrible, retrocede cinco pasos en frente de un callejón.

─Tsu-tsubasa...

─¿Eh? ¿Qué te pasa?─ me asomo al callejón, lentamente, y lo que veo me hiela la sangre: Junko está adentro de un camión, muerta...

─¿Hay alguien ahí?

Nuestro corazón da un vuelco, y Misaki y yo nos escondemos abajo del camión. Nos asomamos apenas y vemos a un hombre de unos treinta y pocos años, ¡con una tijera llena de sangre en su mano!

Vemos con horror cómo ese hombre le corta la lengua a Junko con la tijera, y tira el cuerpo en el contenedor. 

─Ja, fue un buen entrenamiento. Aún después de matar a los malditos que mataron a mis padres, sigo con ganas de matar a más gente─ ríe.

─Mi-misaki─ le susurro.

─Shh, nos descubrirá.

─Y pensar que esto es mejor que estar en casa con esos infelices de Sanae y Hanji.

Se nos pone la piel de gallina cuando nombró a Urabe y a su mamá. Ahora que lo recuerdo, Urabe dijo que su padre los había abofeteado, y que fue a prisión, pero seguramente se escapó, ¡y el hombre que mató a esa pobre niña es él!

─Cuando los vea de nuevo, les voy a hacer pasar por el peor dolor del infierno─ se ríe.

Logramos huir de ahí con éxito. Cuando regresamos a casa, muertos de miedo por lo que vimos, nos pusimos a pensar en Urabe, en lo asustado que se pondrá si se entera que su padre busca matarlos a él y a su mamá...

No... No puede enterarse de esto.