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POR SIEMPRE ALMAS GEMELAS || 12 - final

[POV'S TSUBASA]

Urabe se desmayó en el regazo de Ishizaki apenas nos alejamos de su padre. Creo que lo traumó el verlo apuntándolo con un arma luego de tres años. Pobrecito.

Mientras que todos estábamos en shock. El hogar de todos fue destruido por las llamas. Tendremos que llevarlos a un nuevo orfanato.

Pero el que está peor es Misaki. Una vez subimos se puso a llorar con todo.

─Misaki, por favor, no llores─ le di un abrazo. Él se puso a sollozar en mi pecho.

─Oye, Ishizaki, ¿cómo está Urabe?─ le preguntó Wakabayashi.

─Yo creo que estará bien. Tal parece que se desmayó al ver a su papá con un revólver luego de tanto tiempo. Fue demasiada presión para él─ lo miró y puso una mano en su frente─. Urabe, por favor, tienes que despertar.

─Gracias a Dios que los encontré. Pudieron haber muerto en el incendio, o peor aún: ese loco pudo haber cargado su arma y matarlos─ dijo el padre de Genzo.

─Te lo agradezco, papá─ Genzo se acercó a él─. ¿Te tocó manejar un expreso hoy?

─Jeje, sí. En realidad es para probarlo, y decidí pasar por este lugar. Fue una buena decisión. Luego de estar diez años separado de ti, no quería que murieras en ese lugar.

─Ayy, papi─ ya se puso sentimental.

─Ahora no, Ganso─ le dijo Karl, que al parecer no está tan afectado por lo que pasó. No cabe duda de que debe ser un pariente perdido de Wakashimazu, jeje.

─¡Tú no te metas en mi reuniones familiares, rubio oxigenado!─ lo señaló con el dedo.

─Oigan, oigan. No se peleen─ intervino el señor.

─Perdón─ dijeron ambos.

─Ya, Misaki, Por favor, deja de llorar─ acaricié su cabeza.

─¡Matsuko, Kirika, el resto de las cocineras... Todas murieron!─ dijo, histérico del llanto.

─Lo sabemos. Fue algo espantoso, ya que ellas fueron quienes nos dieron todo lo que necesitábamos. Y al igual que tú, todos las vamos a extrañar, pero esto era inevitable...

Urabe por fin despertó.

─¿Q-qué pasó?─ dijo con su mano en su cabeza.

─¡Despertaste, Urabe!─ dijo Ishizaki con alegría.

─¿D-dónde está papá?

─No te preocupes. Logramos escapar. 

─Oh, ya veo...

─El lugar donde viví la mitad de mi vida fue quemado, y las mujeres que fueron como mis madres murieron─ Misaki volvió a romper en llanto.

─Perdón, Misaki─ le dijo Urabe─. Me avergüenza haber tenido al padre que tuve. ¡Jamás pensé que él sería capaz de matar gente y de prender fuego el orfanato! 

─No es tu culpa, Urabe─ dijo Misaki─. Tú no tienes la culpa de lo que pasó.

─A veces pienso en qué hubiera pasado si mamá no hubiera visto a su amigo de la universidad. ¿Papá no nos hubiera golpeado? ¿Aún seguiría viviendo con nosotros?

─Es difícil saberlo. También vaya a saber uno por lo que habrá pasado antes de conocerlos a ustedes. El pasado influye mucho en el futuro─ dijo Misaki.

─Pensándolo bien, jamás me habló de su vida antes de conocer a mamá...

─Ya estamos por llegar a la ciudad─ dijo el padre de Urabe.

─¿Pero qué vamos a hacer con todos ellos?─ preguntó Ishizaki refiriéndose a Maki y los demás.

─Mmm creo que hay un orfanato en la ciudad de Tokio. Podríamos darles un hogar ahí─ dijo el señor.

─¿En Tokio? ¡Misaki, podemos visitarlos sin siquiera tomar tren!─ le dije.

─Sí─ sonrió.

─Nosotros queremos que vengan todos los días─ dijo Kazuo.

─Lo haremos─ le dije con una sonrisa.

Pasaron dos semanas desde entonces. Todos los niños terminaron en un orfanato a diez cuadras de casa. A Misaki ya se le pasó un poco lo del viejo orfanato. Ya lo veo un poco más animado. 

─Oigan, tengan cuidado en la calle─ nos dice mamá con Yoshiko en brazos.

─Lo tendremos. De todas formas creo que no han habido más muertes desde ese día, mamá.

─Igual, no sean descuidados, que en la calle les puede pasar de todo.

─Ay, no seas paranoica, mamá─ le damos un beso en la mejilla, y nos vamos.

Ya me acostumbré a decirle mamá, jeje. Y por suerte aún nos deja salir afuera después del incidente del orfanato. A todos nos dejan salir, hasta a Urabe.

Nos encontramos a mitad del camino, cuando le digo:

─Misaki, nosotros siempre seremos almas gemelas.

─Sí─ dice con una gran sonrisa.

─Te amo mucho y lo sabes. Siempre permaneceremos juntos, no importa lo que pase─ lo tomo de las manos.

─Siempre.

Nos volvemos a dar otro beso. 

FIN