Prólogo

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*Narrador omnisciente*

La chica yacía al borde de la inconsciencia rodeada por nada más que nieve, su rostro se encontraba más pálido que nunca, sus labios morados y tenía heridas por todas partes, las más preocupantes en sus piernas. Estaba perdiendo mucha sangre y le costaba mantener los ojos abiertos. Su respiración era entrecortada y dificultosa y el pánico crecía y crecía en su pecho

Ya no contaba con la fuerza suficiente para intentar sanar con magia

Sabía que el tiempo se le agotaba, sabía que tenía que huir cuanto antes, sabía que la perseguían y que si no se daba prisa no viviría para contarlo

Pero ya no podía, estaba a punto de perder el conocimiento

Lágrimas de impotencia rodaban por sus ojos, sus sollozos eran silenciosos, no porque deseaba que así fuesen pues en ese momento hubiera querido gritar hasta quedarse sin voz, sino porque estaba tan débil que ni llorar tranquila podía

Si tan solo pudiera al menos advertirles a todos los que le importaban lo que se avecinaba, si tan solo pudiera salvar a sus seres amados de la bruma de maldad que estaba por consumirlos antes de perderse para siempre

<<Demian>>

Fue su último pensamiento antes de que todo se volviera negro

El juego del olvidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora