El juego del olvido

Capítulo 11

*Tanya*

Mi cabeza golpea fuerte contra la acera sin que pueda hacer mucho por evitarlo, incluso me mareo un poco

La voz de Demian suena lejana cuando me pregunta cómo estoy y me ayuda a levantarme, me las arreglo para contestar y llevo mi mano a la zona afectada, sangro un poco

Es rápido cuando me hace a un lado y va hacia Niall, lanzándolo contra el auto de un solo empujón y provocando un patético quejido de su parte

— Por lo menos aprende a pelear limpiamente que hasta para eso das pena ¿Sin jugar sucio no puedes? — hace el intento de levantarse y Demian lo arrincona con más fuerza, apretando su cuello — Sé que no eres nada inteligente, pero espero que por lo menos tengas instinto de supervivencia y te quedes justo ahí bastardo

— ¿Estás jugando al caballero de brillante armadura porque te la quieres follar? — suelta una risa ahogada y tose cuando ejerce mayor presión

Demian se carcajea — ¿Por qué? ¿Envidia?

Lo golpearía por la insinuación, pero ya tendré la oportunidad cuando salgamos de aquí y no me duela tanto la cabeza

Siento una mano posarse en mi hombro suavemente

— Déjame ayudarte— casi susurra

— Ayúdame llevándote al malnacido de tu novio de aquí— me zafo haciéndome a un lado

— Tanya, solo quiero asegurarme de que estés bien

Tomo aire varias veces para evitar explotar de la forma en la que quiero, es que no tolero tenerla cerca y menos sabiendo que está con Niall ahora

— Yo me encargo, lo mejor será que se vayan— Demian la mira de reojo sin soltar al imbécil aún

— No me iré— Lina se planta a mi lado otra vez

— Ya hicieron suficiente ¿No crees? — insiste

— Suéltame o te juro que te arrepentirás

— Tú cállate antes de que me arrepienta de dejarte ir, marica— lo suelta al fin

— Vámonos Niall— lo toma del brazo empujándolo hacia atrás — Lo siento— susurra

Los veo alejarse sin poder contenerme a la hora de susurrar las palabras de lo que será una bonita sorpresa matutina

— ¿Qué fue eso?

— Un pequeño recordatorio de lo que sucede cuando te metes conmigo

— ¿Le lanzaste un hechizo?

— Uno temporal... Estoy harta de ese idiota

— Ven... Tenemos que parar esa sangre

Ya de regreso en la camioneta pone una toalla en mi herida con una delicadeza que no esperaba, completamente concentrado en su labor

Yo por otro lado, no dejo de pensar en lo que Niall dijo

¿Lina fue capaz de decirle a todo el mundo que la obligué a estar conmigo?

— Para

— ¿Mmm? — me regresa a la realidad

— Sé lo que haces, estás sobrepensando... No te tortures más

— Es que no puedo creer que se haya atrevido a decirles a todos que la obligué

— Tal vez no lo hizo y el imbécil lo dijo para provocarte— dice en su intento de reconfortarme

— No lo negó... Además, la conozco... Vi su cara— se detiene por un momento, sus ojos verdes enfocándome mientras retira un mechón de cabello de mi rostro