Sentimientos peligrosos {Justin Bieber y tu}

Capítulo 36 ~ Despedida y bienvenida.

Narra Justin:

A la mañana siguiente tuve que enfrentarme a lo que se venía, tuve que enfrentarme a la idea de que mi mejor amigo había muerto. Que ya no lo vería más y esa a sido una de las torturas más grandes que me ha tocado vivir. Junto con la de mamá.

Saber que mi padre está encerrado tras las rejas no me causa pena y tampoco he llorado porque no lo veré más. Incluso ni he pensado en su partida sólo por respeto a Ryan, ya que si me acuerdo de su tortura sería capas de hacer una fiesta en su honor.

Me levanté pesadamente de la cama que compartía con mi novia y me senté a la orilla de ésta. Mientras susodicha salía del baño con una nena entre sus brazos envuelta en una toalla rosa.

Ambas estaban bañadas, ____ le sonríe a la niña que tiene frente a sus ojos, la pequeña tiene el cabello levemente rubio del tono de Ryan y unos ojos verdes azulados. Es la viva imagen de Ryan y su madre.

Lizzi por su parte llegó grabe al hospital, pudieron salvarla, o eso creian ellos, ella había entrado en un coma pero podía despertar, hasta que un paro respiratorio acabó con su vida. Hoy es el funeral de mi mejor amigo junto a su esposa.

Las palabras de Ryan de quedarme con la pequeña retumban en mi cabeza, no estaba preparado para encargarme de una niña pequeña y ____ mucho menos pero no dejaré que a esa niña y a la mujer de mi vida les falte algo o les hagan daño. Prometo solemnemente protegerlas a ambas.

Me acerqué lentamente hasta dónde estaban ellas, Brown estaba vistiendo a la niña y a pesar de no saber sobre niños lo estaba haciendo de maravilla.- Lamento no haberte preguntado antes pero, ¿Estás preparada para ésto? -el tono nervioso en mi voz no abandonó mis palabras.

Ella suspiró cerrando sus ojos y una leve sonrisa se apoderó de sus facciones. Tomó a la pequeña entre sus brazos y la miró fijamente.

-Te protegeré como no pudimos hacerlo con Ryan y Elizabeth (Lizzi), te prometó que te cuidaremos como si fueras nuestra hija, pequeña Beth. -besó su mejilla y luego me besó a mi.- No estaba preparada y creo que tu tampoco pero haremos lo mejor posible.

Sonreí ante su comentario muy maduro y besé la mejilla de las que ahora serían las dos mujeres de mi vida. Mi ____ y mi pequeña Beth.

El apellido no se lo vamos a cambiar, ella merece llevar el honoroso apellido de su padre, Ryan Butler. Además que desde pequeña le vamos a decir la verdadera historia del porqué no nos parecemos ni tenemos los mismo apellidos.

Dejé a las chicas atrás mientras me adentraba en el baño para darme una ducha antes de despedir a mi amigo por última vez. Dentro de ésta y con la lluvia artificial recorriendo mi cuerpo me dí el tiempo de pensar en el transcurso de estas últimas 24 horas que he vivido. Tecnicamente mi vida a cambiado de una forma radical. 

De alguna forma moral ahora soy padre. Mi mejor amigo y su esposa han muerto. Mi propio padre intentó matarme a mi y a mi novia y es el causante de todo lo que me está pasando, no sólo ahora, sino, que durante toda mi vida. Y para rematar se está pudriendo tras las rejas.

Traté de alejar todo mal pensamiento en un momento como éste, sólo por el luto que le tengo a mi mejor amigo. Hice mi ducha de una manera normal y tambien mis necesidades.

Al salir del baño me encuentro con una escena encantadora, ___ estaba en la cama con Beth en sus brazos y le estaba haciendo caras graciosas y cosquillas. Una sonrisa salió de mis labios y por alguna razón imaginé a mi amigo a su lado dandole las gracias por aquel momento.

Sonreí para mi y rápidamente me puse ropa interior para ir a sentarme al lado de aquellas dos bellas chicas. Besé a mi novia mientras le haciamos cosquillas a Beth quien se reía como si fuera lo más importante en éste momento. Nos miraba como nos besabamos y nos acariciaba la cara, apenas es una bebita de 3 meses, no creo que logre acordarse algún día de sus padres, pero nos encargaremos de recordarle la viva imagen de ambos constantemente.