Capítulo 8

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Terminó el funeral y me despedí de mi padre y, ya que iba a una distancia lejana de casa pero a la vez bastante cerca, se escuchó un grito de mujer y, al mismo tiempo, unos balazos.

Giré rapidamente mi cuerpo y ví que le habían disparado a mi mamá, así que corrí lo más rápido que pude para tomarla entre mis brazos, pues era mi madre. A pesar de que JUNGKOOK me tomó del brazo, logré safarme de él y corrí hacia el lugar donde estaba mi madre desangrándose en lo que llegaba la ambulancia. Mientras tenía el rostro lleno de rimel por la desgracia que acababa de ocurrir, JUNGKOOK estaba a un lado de mí, sobándome la espalda para consolarme.

Cuando la ambulancia llegó, me retiré inmediatamente para que los paramédicos hicieran su trabajo. No quería ver todo lo que le estaban haciendo a mi mamá, así que me volteé para no mirar y escuche a lo lejos un suspiro muy profundo por parte de uno de los enfermeros. Me puse bastante nerviosa y él empezó a buscarme para darme la noticia... cuando me encontró... me dijo que mi madre, había muerto desangrada.

Al recibir esa triste noticia solté un grito... "¡NOOOO! Mi madre no puede estar muerta. ¡No es cierto! Lo dice para asustarme pero yo sé que no es cierto". Grité tan fuerte que JUNGKOOK tuvo que correr para abrazarme y decirme que todo iba a estar bien, que me tranquilizara, pues ya no había nada que hacer.

Me pareció algo irónico haber venido al funeral de mi padre y mañana ir a su entierro, para empezar a preparar el funeral y el entierro de mi adorada e inocente madre. Lloré mucho, creo que un poco más de lo que había llorado el día que cometí el homicidio, y era de esperarse ya que mi madre biológica había muerto desangrada por cupa de un grupo de borrachos idiotas sin control alguno y mucho menos de sus armas de fuego.

JUNGKOOK me llevó a casa y me preparó un té de manzanilla con un poco de miel para que pudiera dormir bien, y me contó un cuento como si él fuera mi padre y yo una pequeña niña con menos de cinco años de edad, el cual me tranquilizó pero también me hizo llorar por que, tanto mi padre como mi madre, me contaban cuentos para dormir y me cantaban canciones de cuna. Cuando menos lo esperé, tenía tanto sueño que me acurruqué en las piernas de JUNGKOOK y, mientras él acariciaba mi cabello, yo iba cerrando mis ojitos para dormir como un bebé y olvidarme un rato de todo lo ocurrido con mi familia.

AL DÍA SIGUIENTE

Ambos amanecimos en el sofá muy contentos pero a la vez muy tristes por toda la tragedía que había ocurrido la noche anterior.

- Buenos días, mi cielo

- Buenos días, galletita

- ¿Dormiste bien?

- Como un bebé

- Me alegro. ¿Qué quieres desayunar?

- Hot-cakes

- Con miel de maple...

- ¡Y Nutella!

- ¡Sí! Espera, ¿hoy no hay clases verdad?

- Claro que no bobito. Hoy es sábado.

- Ya veo. En ese caso, empezaré a preparar los hot-cakes. Mientras tú descansa un poco más, lo necesitas.

- Sus deseos son órdenes, mi señor- dije haciendo un saludo militar

- En descanso... ¡ya!

- Zzzzzzzz...

Era inevitable descansar con el aroma de los panqueques cocinándose en mi nariz, añoraba comerme aunque fuera solo un pedacito.

El Hombre De Mis Sueños Ha LlegadoWhere stories live. Discover now