Capítulo 13

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Cuando menos lo esperé, IU me mando un mensaje diciéndome que si quería que Crista siguiera con vida, tendría que regresar a sus brazos y así la dejaría en paz. Me negué mil veces pero, la última... ni siquiera le contesté. Tenía mucho miedo de que le fuera a pasar algo a Crista y si le pasaba algo... creo que me suicidaría y no me importaría lo que Bangtan me dijera al respecto... amo a Crista como nunca antes había amado a una mujer... la amo tanto que sería capaz de matar a quién intentara lastimarla pero... no soy tan valiente como para ocasionarle la muerte a alguien... simplemente... ¡soy un cobarde!

Narra Crista

Mientras estaba con Abril por las calles, mi celular no dejaba de sonar, así que lo puse en vibrador pero no sabía que era JUNGKOOK el que estaba friegue y friegue.

- ¿Ya pusiste en vibrador tu celular?

- Ya

- ¡Gracias a Dios!

- ¿Por qué lo dices?

- Estaba a un cinco por ciento de aventar ese celular con tal de que se callara

- Bueno, ¿pero ya no lo vas a aventar?

- Si no vuelve a estar sonando, ya no lo aventaré

- Está bien

Llegamos a una mansión, literalmente, y preguntamos por la madame Lavoisier, obviamente en francés, y nos dijeron que esperaramos un momento.

- No sé por qué le pediste trabajo a una señora francesa...¡cuando estas en Corea!

- Bueno es que... no sé hablar coreano

- ¿Pero sí sabes hablar francés?

- Ese sí, fíjate

- Bueno, más te vale. No quiero pasar un ridículo contigo

- Estaríamos juntas

- En eso sí que tienes razón

Cuando la madame Lavoisier salió a recibirnos, me quedé impactada. Era una señora de aproximadamente un metro ochenta, de piel blanca y de ojo azul turquesa. Era toda una mujer francesa, sin duda alguna.

- Bonjour, chére! (hola, querida)

- Salut, madame Lavoisier! (hola, madame Lavoisier)

- Mais, qu'est-ce qu'il pas? (pero, qué pasa?)

- Vous recordez que vous avez offri moi travaille? (recuerda que usted me había ofrecido trabajo)

- Oh, oui! Et toi chére? Comment tu t'appelles? (oh sí. Y tú, querida? Cómo te llamas)

- Salut madame Lavoisier! Moi, je m'appelle Crista (hola, madame Lavoisier. Yo me llamo Crista)

- Elle est ma meilleure amie, madame! (ella es mi mejor amiga, madame)

- Oh! Bien. Bonjour, Crista. Je pense que tu sais mon prenom, ou non? (bueno. Hola, Crista. Creo que ya sebe mi nombre, o no?)

- Bon. Je sais que vous appellez Lavoisier mais je ne sais pas son prenom, madame (bueno, sé que su apellido es Lavoisier pero no sé cuál es su nombre)

- Bien. Je m'appelle Vita Lavoisier, chére! (bueno. Yo me llamo Vita Lavoisier)

- Très bien, madame Vita Lavoisier! (muy bien, señorita Vita Lavoisier)

Nos adentramos en la casa de la madame y cada vez me iba sorprendiendo más por todas las cosas que me iba encontrando en aquella inmensa mansión. Ni yo ni Abril podíamos creer que estuvieramos en una casa tan grande como la de aquella francesa y, todo el recorrido, fuimos con la boca abierta y nos estábamos quedando sin palabras.

- Bon. Nous avons finit avec tous la maison. (bueno. Hemos terminado con toda la casa)

- Madame, la vrai est que j'aime la maison beaucoup mais... (madame, la verdad es que me gusta mucho la casa pero...)

- Je vais dire la vrai... tu vas travailler ici demain et puis. (te diré la verdad...trabajarás aquí a partir de mañana)

- C'est la vrai, madame? (habla en serio, madame?)

- Oui! (sí!)

- Merci!! (muchas gracias)

- De rien, chére! (de nada querida)

Salimos de la mansión de aquella señora muy contentas porque Abril había conseguido un excelente empleo. Le invité un helado y, cuando estábamos sentadas en una banca cercana, me dí el tiempo de revisar los muchos mensajes que me habían mandado y por lo que no dejaba de sonar.

Quedé impactada al ver que tenía cinco llamadas perdidas y veinte mensajes no leídos... todos eran de JUNGKOOK. Al parecer eran mensajes de alerta y me dijo que IU le había marcado y que corría peligro... me asusté y apreté la mano de Abril, la cual intentó safar de la mía, y le dije que nos fuéramos corriendo lo más rápido que pudieramos sin detenernos... pero claro... después de terminar nuestros helados.

Cuando llegamos a casa, JUNGKOOK corrió a abrazarme y me llenó de besos frente a Abril y ésta empezó a hacer como ambulancia, a lo cuál yo le respondí haciendole una seña obsena pero a ella no le importó en lo más mínimo.

- Creí que te había perdido para siempre

- ¿Para siempre? ¿Ahora qué locuras estás diciendo?

- Bueno... es que... no respondías a mis mensajes ni contestabas mis llamadas y yo... me puse nervioso

- No te hubieras preocupado por mí, cielo. Sabías que estaba con Abril

...

- ¡Exacto! JUNGKOOK... yo nunca dejaría que alguien lastimara a la persona que más amo en el mundo... a mi mejor amiga... a la persona que me enseñó a abrazar a una mujer y decirle "te amo, güey. Te amo como no te imaginas"

- ¿Tanto me aprecias?

- No te aprecio... ni te amo... ¡te adoro!

- ¡Yo también te amo, princesa!

Abril me entregó sana y salva a los brazos de JUNGKOOK y yo, sin que faltara mi bendición, la despedí y la dejé irse a su departamento a cenar y a dormir, pues tenía que empezar un día más que grandioso en su empleo del día siguiente.

El Hombre De Mis Sueños Ha LlegadoWhere stories live. Discover now